El secretario de Estado de Economía, John Hutton, apuesta por la venta de British Energy a EDF. Gran Bretaña apuesta por la tecnología nuclear francesa frente a la norteamericana. EDF venderá reactores también a Enel (Italia), Argelia, Iraq y China. Sarkozy quiere consagrar la exportación de la tecnología francesa y pretende una directiva europea que proteja su industria nuclear "para garantizar la soberanía energética" europea
El secretario de Estado de Economía del Reino Unido, John Hutton, sale al paso de los problemas de EDF para hacerse con British Energy (BE). Hutton considera que la oferta francesa sigue siendo "buena" para el desarrollo de la nueva generación de centrales nucleares del Reino Unido, apunta la prensa británica. Toda una ‘bendición' gubernamental al interés del Estado francés por vender su tecnología al Reino Unido.Tras la declaración se encuentra la apuesta británica por la nuclear y el proyecto de expansión de tecnología nuclear francés. Veamos. Gordon Brown ya se ha reconvertido a lo nuclear. Para cumplir con las exigencias de Kyoto, dice. Aunque la realidad es que hoy por hoy ya no existe alternativa para el desarrollo sostenible. Así que el Reino Unido ha dado marcha atrás a su moratoria nuclear. Y la compañía que tiene que desarrollar los 17 proyectos de reactores es British Energy. ¿Con qué tecnología? Dos son las posibilidades: francesa (EDF) o norteamericana (General Electric). La noticia es que Londres ya ha tomado posición: la tecnología que se utilizará será la francesa.
Claro que para eso se confirme se deben de superar los obstáculos de los accionistas de British Energy. Y es que EDF, sabedora de su monopolio en la tecnología nuclear, realizó una oferta nimia que fue rechazada por los accionistas. Argumentaban los franceses que no existe una tecnología como la suya, que el impulso de BE sólo lo pueden dar ellos y que por lo tanto, compran a precio de risa. A los señores accionistas les parece muy bien la superioridad tecnológica de EDF, pero no están dispuestos a vender a precio de ganga. Así que rechazan la oferta.
Y con la oferta rechazada, sale el secretario de Economía a ‘bendecir' la oferta francesa. Señal inequívoca de la apuesta británica por EDF frente a General Electric. Ahora sólo queda que los accionistas acepten el trágala o que los franceses dejen de subirse a la parra con tanto descaro.
En el otro lado de la moneda se encuentra Francia, deseosa de exportar su tecnología nuclear. De momento, Enel (o sea Italia) ya participa en el proyecto EPR de Flamanville (Normandía) donde EDF desarrolla su reactor de tercera generación renovado. Y no es que los franceses necesiten del capital italiano para desarrollar su negocio. Más bien lo que pretenden es afianzar el compromiso italiano para que los próximos reactores sean franceses. Voilá. Porque una vez que Berlusconi hay soltado lastre de los ‘verdes', ha eliminado la moratoria nuclear y se dispone a construir nuevas centrales para asegurarse el suministro.
Además de Italia -y previsiblemente Gran Bretaña- Francia ya tiene firmados contratos para sus nuevos reactores de tercera generación renovada con Iraq, Argelia y China. No es que sean países especialmente estables políticamente hablando. Pero pagan. Y Sarkozy está obsesionado con exportar su tecnología nuclear.
Está tan interesado que ya ‘cocina' una directiva comunitaria ‘a su imagen' que consagra la soberanía energética y ‘bendiga' la apuesta nuclear francesa. Es verdad que hay mucho debate, pero Sarko quiere aprovechar la presidencia francesa para imponer su gran apuesta económico-empresarial. El argumento es fácil: no podemos seguir manteniendo nuestra dependencia. Las importaciones de petróleo son caras y las de gas son poco seguras (Rusia).
En juego hay nada menos que cerca de 1.000 reactores nucleares. Y Francia se encuentra en primera línea de salida en una carrera con muy pocos corredores. Y por cierto, hablando de carreras, Sarkozy ha sido el único dirigente europeo que ha levantado la voz a los chinos. Le amenazaron con que si recibía al Dalai Lama, "habría consecuencias empresariales". No lo hizo, pero le recibió su mujer, Carla Bruni. El presidente francés tensa la cuerda, pero no deja que se rompa. No es lo que muchos desearían, pero es mucho más de lo que hacen otros líderes europeos.
Por ejemplo, Zapatero. Y a todo esto, ¿España qué pinta en este juego nuclear? Poco. Endesa es Enel y por tanto importará tecnología francesa. ¿E Iberdrola? Iberdrola realizó una oferta para perder por BE interesada en el desarrollo nuclear. ¿Por qué para perder? A Iberdrola no le interesaba la compañía, sino los proyectos futuros. Pero conviene recordar que Iberdrola sigue manteniendo intacto su ‘know how' nuclear a pesar de su apuesta comercial por la energía verde. Tanto es así que está desarrollando la nuclear en Rumania y Turquía. "Hago lo que me dejan donde me dejan", señala el presidente de Iberdrola, Ignacio S. Galán.
Incluso Galán se fue a ver a su entonces amigo Pierre Gadonaix, presidente de EDF, para decirle que a él también le interesaba participar en el EPR. La operación se frustró porque siete días más tarde, Zapatero le sugirió a Sarkozy en la cumbre hispano-francesa que EDF podía entrar en el mercado español. ¿Liberales? Los que más. Ahora estamos con la brocha en mano, con Zapatero como el más antinuclear del Gobierno mientras que el mundo camina hacia otro lado.