Sr. Director:

Las familias valoran la calidad de los programas. Como dueñas del mando a distancia, rechazan la programación basura y sórdida. Pueden presionar a los anunciantes que patrocinan los programas y generan los ingresos a las cadenas de televisión. Los anunciantes son muy sensibles a los valores que puedan perjudicar o favorecer su marca. Valga como ejemplo que, en España, el 80 por ciento de los estrenos se retiran antes de las tres semanas porque no han alcanzado la calidad mínima deseada por la audiencia.

Ante esta realidad, las televisiones buscan desesperadamente captar la atención de la familia y distraerla, sin molestarla ni ofenderla. El éxito viene cuando los estilos de vida que los programas transmiten son respetuosos con la vida familiar y perfectamente compatible con la obtención de beneficios.

Las cadenas son empresas y lo primero que buscan es rentabilidad. Los beneficios que pueden obtener son realmente espectaculares. Por eso, las cadenas de televisión tienen que hacer una apuesta clara por los programas familiares de calidad si quieren sobrevivir en el mercado. La CNN, Disney o programas como Operación Triunfo en España lo han conseguido.

Clemente Ferrer Roselló

clementeferrer@yahoo.es