Cuando menos podemos establecer tres causas de la crisis que, por cierto, esta vez presenta la peculiaridad de que no coincide con ninguna cuestión política: ni invasión de Kuwait, ni Golpe de Estado en Rusia n i11-S. Esta vez, la Bolsa se ha caído porque la economía actual se resume en una palabra: apalancamiento.
1. Primera causa: El señor Del Portillo, al igual que el señor Bañuelos o el señor Figueras no tenían empresas: tenían apalancamientos. Seguían el mandamiento de oro del gallego: "Loisiño, los negocios hay que hacerlos sin dinero, porque si pones los cuartos puedes perderlos".
El problema es que al apalancamiento del señor Portillo hunde las cotizaciones y con ella hunde a don Amancio Ortega, que es un empresario que no especula.
Repitamos todos: un empresario es un señor que produce bienes u ofrece servicios. Un financiero es un señor que compra y vende. O que compra a crédito. Cuando compra hoy y vende mañana, entonces estamos ante un especulador como la copa de un pino.
Los hay quien hacen empresa y los hay que hacen negocios: éstos segundos suelen trabajar con dinero ajeno, y su ilusión consiste en vender lo comprado justo cuando se pueden pagar los créditos y obtener plusvalía.
2. El precio del combustible y el suicidio energético de Occidente. La OPEP está formada por 11 países, ninguno de ellos democrático, dedicados a chantajear a Occidente. Mientras tanto, Occidente está poblado por personajes como Rodríguez Zapatero, que, en lugar de responder al reto del cambio climático y al más peligroso reto de Oriente con energía nuclear prefiere seguir esclavizado por la OPEP y construyendo placas solares. La dependencia energética de occidente constituye una de sus rémoras económicas y uno de los factores que genera más inflación.
3. La globalización ha impuesto una economía que no distingue entre política y economía. Al dios mercado poco le importa democracia o tiranía. Por eso, China, la mayor dictadura de mundo, es el socio comercial más deseado. Ya saben: "un país, dos sistemas", un sistema político, tiránico y corrupto y un sistema capitalista igualmente corrupto y sostén de la tiranía.
Al final, las inversiones productivas se han ido a los países emergentes con salarios de miseria. Ha llegado a un momento en que esos países han decidido que ellos solitos pueden hacerlo sin necesidad de establecer libertades públicas. Al final, el efecto se ha vuelo contra el Occidente libre.
Don Apalancamiento y doña Especulación son los causantes de la crisis. Y si no se reduce el apalancamiento y no se reduce la especulación... pues la crisis engordará.
Eulogio López
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