La vicepresidenta primera, Mª Teresa Fernández de
Pero lo mejor vino con la formulación de su particular doctrina: "La independencia no depende de la forma en que se designen a los miembros de los órganos superiores de la judicatura". ¿De qué depende entonces? ¡Ah! sí, claro, depende del espíritu interno, de la independencia de juicio. Pero conviene no sólo ser honrada, sino parecerlo. Y si los jueces son designados por vocales del CGPJ nombrados por políticos, cabe intuir cierta interferencia. Y si se cambian las reglas del juego a mitad de partido, cabe interpretar que quien las cambia quiere obtener beneficio político. La independencia nace y se hace. Y no parece que el Gobierno haya emprendido el camino adecuado.