Raúl del Pozo, en Onda Cero, cree que la gran discusión es si la política va delante o detrás de la judicatura. La política tiene que cumplir las leyes. La posición del Gobierno es que la justicia siempre es la expresión de la hegemonía que hay en el poder. Y ante un proceso nacional como este, estima que los jueces deben acatar el bien común. Es una discusión florentina. En los países anglosajones, esa división de poderes está bien hecha pero aquí no. En la transición las leyes tuvieron que adaptarse a la política. Zapatero se ha dado cuenta de que el proceso de paz le desgastaba. No hay gobierno en España que no haya delinquido respecto a ETA. Que un gobierno se reúna con una banda de asesinos, es delito.