El consumidor pagó, de media, 1,59 euros por cada kilo de calabacín durante el mes pasado; en Almería, sin embargo, muchos agricultores estaban arrancando el cultivo por falta de rentabilidad. Y es que apenas recibían por ese mismo kilo 0,18 euros.
El precio del calabacín se multiplicó por ocho del campo a la mesa durante el pasado mes de marzo, según recoge el último Informe de Precios en Origen y Destino (IPOD).
De este modo, y mientras en Almería los productores arrancaban sus plantaciones por falta de rentabilidad, los consumidores estaban pagando el kilo de calabacín a 1,59 euros el kilo, un 783% más que los apenas 0,18 euros que estaban percibiendo los productores.
El del calabacín es, sin lugar a dudas, el caso más llamativo, pero ni mucho menos es el único. Pepino y berenjena, otros de los productos que vivieron en marzo uno de los peores momentos de su campaña, también fueron 'víctimas' de unos márgenes comerciales más que abusivos.
En el caso del primero, su precio se multiplicó por siete del campo a la mesa, desde los apenas 0,23 euros recibidos por el agricultor a los 1,67 euros por cada kilo de pepino pagados por el consumidor. El precio de la berenjena, por su parte, casi se quintuplicó, desde los 0,38 euros pagados al agricultor a los 1,87 euros que tuvo que abonar el consumidor por ese mismo kilo de producto en su punto de venta habitual.
Domingo Martínez Madrid