Y es que el niño es el padre del hombre y el hombre hijo de su pasado. Es decir, que PRISA es progre y relativista y no puede dejar de serlo. Antes disgregarse -que es lo que está haciendo- por su soberbia financiera que le llevó a endeudarse sin límite, que cambiar de ideología. Sencillamente no puede: perdería todos sus lectores y todos sus oyentes, que no esperan de El País y la SER otra cosa que palos al cura.
Pues bien, lo que dice El País, en referencia a su candidato, Rubalcaba, es que "El Impuesto sobre el Patrimonio debería ser el primer paso de una tributación más progresiva".
No hombre no, el primer paso no, el último. Pero es verdad que si pretendes que los ricos paguen más dinero, ese nuevo Robin Hood en que quiere convertirse el candidato Rubalcaba, habría propuesto una tributación más progresiva en el impuesto sobre la renta y, si aún pretendía más progresividad, más palo al rico, lo que tenía que hacer era aumentar el impuesto sobre el ahorro. Es decir, el candidato 'Rubalhood' debería proponer, si lo que pretende es que los ricos colaboren más con los pobres es elevar los marginales del impuesto sobre la renta, no resucitar el patrimonio.
En cualquier caso, si el debate electoral se reduce a saber qué impuestos deben subir, mal vamos. El debate debería consistir en saber qué impuestos deben bajar y la respuesta es aquéllos que fomenten el empleo: reducción de las cuotas sociales. No vamos a salir de la crisis subiendo impuestos sino bajándolos… y reduciendo gasto público.
Y en el entretanto, ¿qué hace el PP? ¿Con qué ideas contrarresta la demagogia de Runbalhood? Con lo de siempre: con nada. Lo suyo es puro tancredismo. Mariano Rajoy se ha empeñado en no desvelar su política económica ni el nombre de su ministro de Economía. Sus 'avances', recitados en Barcelona la pasada semana, como la desgravación en la reinversión de las empresas, no están mal, pero no dejan de ser el chocolate del loro. Sus retrocesos en su promesa sobre reducir la fiscalidad de empresarios de autónomos y pymes, no sólo es no caminar hacia adelante, sino hacia atrás.
Mire usted señor Rajoy, el diario La Razón lo explica muy bien en su encuesta del domingo: La gente aborrece el desastre Zapatero y la demagogia Rubalcaba, pero son muchos menos los que se fían de usted, porque no saben de qué tienen que fiarse. Su indefinición, a estas alturas, empieza a resultar ligeramente molesta.
Un detalle: el genio manipulador monclovita, en la página de Presidencia del Gobierno, logró destacar de la precitada encuesta de La Razón el único punto favorable a la estrategia electoral Rubalcaba. Ahí va: "El 61,5% de los españoles exige un cambio político y un 34,3% confía en el PP para salir de la crisis". Menuda diferencia.
De usted, señor Rajoy, sólo sabemos que mantendrá la era abortista en España y la utilización de embriones humanos como cobayas de laboratorio. Todo lo demás, simplemente lo suponemos. A ver si consigue que Rodrigo Rato renuncie a ganar cinco millones de euros y se conforme con los 100.000 que cobra un vicepresidente económico. Por lo menos, sabremos qué política económica va a aplicar el PP. No es lo más relevante, el aborto lo es mucho más. Por ejemplo, la postura claramente abortista del PP es la razón por la que el abajo firmante no puede votar al PP pero, al menos sabremos a qué atenernos.
¡Defínete Mariano!
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com