Miente, que algo queda. Este parece ser el axioma. Así que De la Vega lo intenta una vez más: Serán las formaciones políticas catalanas las que decidirán la composición del gobierno en la mejor defensa de los intereses de los ciudadanos de Cataluña. Ja. ¿Pero hay alguna opción que el gobierno como más legítima? De la Vega reitera su discurso y recuerda que Blanco dio luz verde a Montilla en la seguridad de que hará lo que sea mejor para Cataluña. O sea, cuidadín con no hacer lo que es mejor para Cataluña. Muy divertido.
¿Pero puede afectar a la aprobación de los presupuestos y a leyes como la de la Memoria Histórica? Insistimos los periodistas. Cataluña es Cataluña, el Parlamento es el Parlamento y el Gobierno está gobernando; vamos a negociar las leyes con todos los grupos parlamentarios como siempre, buscando el máximo consenso; diálogo y consenso.
O sea, más de lo mismo, para no decir que como Montilla reedite el Tripartito, el PSOE tendrá que volver a mendigar el apoyo de ERC e IPC, perjudicando seriamente su imagen interna y externa. Pero si lo dijera, Montilla quedaría desautorizado, sin capacidad de negociar algo con Mas. Así que De la Vega estaba obligada a decir chorradas. Y es lo que ha hecho.