Los británicos aprovecharon para quedarse en los 47 euros, en lugar de los 49 que reclamaba Vázquez. Además, los franceses de SEITA quieren recuperar la iniciativa. El Gobierno ZP trata de lavar su mala imagen internacional en Endesa a costa de Iberia y Altadis. Sorprende en Bruselas el proteccionismo español respecto a la eléctrica frente al librecambismo con el que se afrontan las pérdidas de Altadis e Iberia

Diez días atrás el nuevo jefe de la Oficina Económica de La Moncloa, recibía a los representantes de Imperial Tobacco, la compañía británica que pretende hacerse con la tabaquera hispano-francesa Altadis.

Los británicos no podían creer lo que oían. Esperaban que el sucesor del famoso Miguel Sebastián se mostrara con el furor proteccionista que al Gobierno Zapatero se le atribuye en Europa tras la batalla por Endesa, cuando lo que se encontró fue todo lo contrario: Taguas no sólo afirmaba que el Ejecutivo Zapatero no se opondría a la OPA de Imperial sino que, además, consideraba que tanto Altadis como Imperial tienen una cultura común, dado que ambas vienen de un tronco público o para-público, y una regulación que les obliga a velar por los agricultores de tabaco y a no realizar reducciones traumáticas de personal.

Quizás por ello, los británicos cometieron su gran error: elevaron su OPA sólo hasta 47 euros, aunque el consenso de mercado era 49 y cuando sabían perfectamente que el presidente de Altadis, Antonio Vázquez no negociaría por debajo de los 50. Mala decisión, porque ahora Vázquez, jaleado por sus socios franceses busca otra alternativas. Busca, para ser exactos, caballeros blancos. Y para ser más exactos, quiere pasar de víctima a depredador.

En cualquier caso, la sopesa de Taguas representa algo mucho más importante. Zapatero se ha dejado todo su prestigio internacional en la batalla por Endesa. Está obligado a volver a ser reconocido como el librecambista que quiere ser y ocultar el proteccionista que ha sido. Dicho de otra forma, está dispuesto a que Iberia y Altadis dejen de ser españolas para pulir una imagen deteriorada en la lucha por la españolidad de Endesa… que acabará siendo italiana.

Así se explica la asombrosa complacencia de Taguas ante Imperial y la no menos asombrosa complacencia del Ejecutivo ante la venta de Iberia, que puede acabar en manos alemanas (Lufthansa), británicas (British) o norteamericanas (Texas Pacific).