Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual prometen negociar con los gremios de Aerolíneas pero no prometen más aviones
En España están imputados por desvío de fondos públicos, delito fiscal y estafa procesal, y en Argentina han sido llamados a capítulos por la presidenta del país, Cristian Fernández de Kirchner. Los dos propietarios de Marsans, es decir, de Aerolíneas Argentinas, Everado Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual, acudieron prestos a la llamada de la presidenta, y se entrevistaron con el todopoderoso jefe de Gabinete Alberto Fernández. Se trataba de poner coto al desastre de los aeropuertos de Buenos Aires, Ezeiza -el espejo del país- y el Aeroparque para vuelos internos, un transporte vital enEl diario Clarín, el de mayor venta en la Argentina, resume la situación de forma sucinta mientras el Cronista Comercial cuenta en la figura del secretario de Estado de Transportes, Ricardo Jaime, el enfado de la presidenta. Eso sí, en el caso de Jaime, las razones del enfado pueden ser muchas: El secretario de Transportes tiene abiertas 18 causas penales por corrupción, en un país donde combustible y transportes dependen en buena parte de los subsidios públicos.
En cualquier caso, los pilotos de Aerolíneas (APLA) insisten en que no hay nada que negociar: el caso aéreo, con constantes retardos y cancelaciones de vuelo se debe a lo que todos saben pero muchos no se atreven a decir en voz alta: faltan aviones y Díaz Ferrán y Pascual no quieren cumplir sus compromisos de inversión.