- El Gobierno decreta el derecho a conocer al padre biológico. ¿Y los niños FIV (Fecundación In Vitro)
- Protección a la infancia y "actuaciones socio-familiares". En una tierra en la que te quitan la custodia de tu hijo por estar gordo, las intromisiones del Estado en la familia me dan miedo.
- Presume la ministra Mato de que España es el primer país del mundo en aplicar los consejos ONU para la protección de la infancia. Por ejemplo, el derecho a ser abortado.
- ¿Plan de apoyo al pequeño comercio mientras permites al abuso de las grandes superficies en el pago a proveedores y la libertad de horarios ¡Anda ya!
- Esto es la inmigración: 800.000 euros para agua potable en el centro de acogida de Madrid y 2,1 millones para reforzar las vallas de Ceuta y Melilla.
Rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del 25 de abril. Nada agradece más la vicepresidenta y portavoz del Gobierno español, doña Soraya Sáenz de Santamaría (en la imagen junto a la ministra de Sanidad, Ana Mato), que le pregunten por Cataluña. Es decir, sobre el peñazo catalán. Ahí torea de salón: que si son ustedes unos groseros que acuden a Barcelona y no llaman a la Generalitat para aquello del diálogo y la negociación democrática. Preguntas aparentemente terribles donde doña Soraya realiza enormes esfuerzos dramáticos para repetir el papel de "me ha ofendido usted". El 'lobby' periodístico del que se ha rodeado la portavoz del Gobierno -a los demás les niega la palaba y en paz- no sólo resultan inofensivos sino que, además, le otorgan a doña Soraya una pátina de pluralismo maravilloso. Y los periodistas, presos de su vanidad, colaboran: en cuanto ceden el micrófono se quejan del carácter arisco y manipulador del PP. Pero en abierto. Micrófono o pluma, mutis por el foro de la rebelión. E insisto, el que no forme parte del 'lobby'… ver, oír y callar. Al menos en Moncloa.
Los periodistas molestos son aquellos que hacen preguntas concretas. Esas resultan siempre difíciles de responder para la reina de la retórica, doña Soraya. Ya saben, lo que recordaba el socialista Carlos Solchaga: "Que sea la última vez que me hace usted una pregunta concreta".
Pero al menos tienen la oportunidad de hablar con los ministros en el famoso canutazo. 'Off the récord', se entiende. Pues tampoco. La ministra Ana Mato, que presentaba sus planes en defensa de protección a la infancia, salía hablando -como no han tenido oportunidad de hacerlo tras el Consejo- protegiéndose la una a la otra de preguntas incómodas.
Vamos con el sumario del Consejo. Las dos leyes para la protección la infancia, presentados por la precitada Ana Mato, a quien Rajoy ha encargado que tranquilice a los defensores de la familia natural con medidas políticamente correctas, inanes en la práctica y, sobre todo, baraticas. Eso sí, de salario maternal, ni hablar.
En líneas generales los dos proyectos tratan de agilizar la adopción y de acabar con los centros públicos de internamiento. Hasta ahí todo bien. Se trata de que los niños en desamparo, a los que en tiempos más sinceros llamábamos abandonados, tengan otra familia y no otro hospicio.
Me preocupa, eso sí, lo que la reina del eufemismo, la ministra Mato, califica como actuación socio-familiar en caso de que el paciente no responda, es decir, de que el niño esté desamparado. En un país donde un juez pretendía quitarle la custodia a unos padres porque su hijo estaba gordo, ¿qué quieren que les diga Toda intromisión del Estado, o sea, del Gobierno, en la familia, me da mucho miedo.
Y una ministra empeñada en regular nuestras vidas hasta el punto de decirnos cuándo debemos ver la tele y cuándo debemos irnos a la cama, mucho más.
Insisto, el plan de protección al niño tiene buena pinta, pero hay terminologías que inquietan. Por ejemplo, asegura la ministra Mato, que con estos dos proyectos de ley de protección de la infancia, España se convertirá en el primer país en seguir los consejos de la ONU sobre los derechos del niño. Si hablamos de Naciones Unidas, a lo mejor se trata del derecho a ser abortado.
Naturalmente, se dedica un capítulo a los niños maltratados, por el padre claro. La madre no maltrata nunca ni a esposos ni a hijos. Según la ideología de género, y Ana Mato es una de sus seguidoras, la mujer es una santa, siempre víctima, jamás verdugo. Pues bien, al maltratador no se le permite ningún trato con su hijo, ni tan siquiera postal. ¿Y a las maltratadoras de niños Ya les he dicho que no existen maltratadoras.
Lo mejor de estos anteproyectos es que agilizan la adopción de niños por familias. Lo más llamativo de las pre-leyes es que los hijos adoptados tendrán derecho a conocer la identidad de sus padres biológicos. Ahora bien, si el niño abandonado tiene ese derecho, y me parece estupendo, ¿por qué no deben tenerlo los hijos FIV (Fecundación In Vitro), de padre desconocido ¿Acaso se les pidió opinión para ser hijos de óvulos y esperma sin compromiso Si alguien tiene derecho a saber su origen es el niño FIV.
Del enésimo plan del Gobierno Rajoy para apoyar al pequeño comercio poco puedo decirles. Cuando el Gobierno quiere vender su apoyo al débil recurre a un plan de decena de medias imposibles de cuantificar o valorar. Sobre todo porque son muchas. Pero el Ejecutivo Rajoy no puede presumir de apoyar al pequeño comercio cuando defiende la libertad de horarios y la apertura en festivos y, cuando, sobre todo, no mueve un dedo para detener los abusos de las grandes superficies, que aprietan las tuercas a los proveedores en una actitud muy similar a la del extorsionador. Ese es el problema del pequeño comercio, no la internacionalización ni el I D. De hecho, el único problema del pequeño comercio es el abuso de los grandes almacenes. Ya saben, la lucha, verdadera y cruel, de siempre entre lo grande y lo pequeño.
Más acuerdos del Consejo de Ministros. Se destinarán 877.250 euros para abastecimiento de agua sanitaria en los centros de internamiento de extranjeros de Madrid y 2,1 millones de euros a reforzar los perímetros de las ciudades de Ceuta y Melilla. No quiero hacer demagogia comparando a ambas cifras porque no son comparables, pero sí ilustrativas sobre el fenómeno de la inmigración. A lo mejor nos cuesta más protegernos del inmigrante que acogerle. Porque la verdad es que esto recuerda aquella genialidad de Dos hombres y un destino, cuando el atracador Paul Newman se queja de que cada vez se topa con más protección en los atracos de trenes que perpetra. Y, con toda razón, exclama: "Si este tipo me diera a mí todo el dinero que se gasta en proteger sus billetes de los ladrones, yo no le atracaría".
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com