El único problema es que la ex-ministra de Sanidad del Partido Popular, Ana Pastor, responsable de Educación, se convirtió en la estrella del acto. De esta forma, el resultado quedó marcado a la medida del PP, es decir, con la política de conciertos escolares. En ningún momento se planteó la opción del cheque o bono escolar, o pago directo a padres por parte del Estado del coste de la educción de sus hijos.
En cualquier caso, los estrategas del PSOE insisten en que no sólo no les perjudican sino que les convienen las manifestaciones en defensa de la vida, la familia o la educación, dado que la gente sigue votando en contra de Aznar y en contra de la Iglesia. El secretario general del PSOE, José Blanco, insiste en que el voto cristiano es marginal, y que lo que sí existe es el voto anticatólico.