Sr. Director:
La vida no se negocia, en efecto, una vez que se cede al chantaje o extorsión, es muy difícil dar paso atrás.
La vida no se negocia y así tenemos el caso del mismo Jesucristo que a cambio de 30 monedas negociaron su captura. Pero tenemos el ejemplo de muchos mártires cristianos que sufrieron su martirio defendiendo la fe a lo largo de los siglos desde que nació la institución de la Iglesia, su sufrimiento ha sido uno de los pilares que la ha fortalecido.
Como madre y como católica, no desearía verme en un caso así en mi familia, es muy duro, consciente de que si no negociáramos la vida de nuestros seres queridos, el negocio del secuestro se acabaría.
Marcela Tamayo
marce_tam@yahoo.com