Venezuela es un país riesgoso para el Santander y el Banco de España
El Banco de Santander considera que Venezuela ofrece riesgos regulatorios y sobre todo, enormes dificultades para repatriar los beneficios. El problema no es que la filial venezolana reporte pocos beneficios (179 millones de euros en 2.007), sino las dificultades para repatriarlos. Así que ha colgado el cartel de ‘Se vende' y Chávez se ha apuntado. ¿El problema? El precio. Botín no quiere firmar nada por debajo de los 1.800 millones de euros y el chavismo no está dispuesto a pagar más de 1.200. Aún así, desde Caracas se anuncia que la operación de compra al Santander "está cerca". El ‘gorila rojo' predica que con la adquisición se "fortalecerá el Estado socialista".El antecedente de la expropiación de la filial de la mexicana Cemex no resulta nada positivo. La buena noticia es que parece que el Ejecutivo venezolano está reculando para tratar de llegar a un acuerdo satisfactorio con Cemex. Y es que México ya ha puesto el grito en el cielo ante semejante vulneración de los derechos más básicos. Y España puede chupar rueda de esas quejas, aunque el discurso político es más bien suave con el líder populista.