Sr. Director:
Toda la vida nos ha dado igual que los catalanes hablaran o dejaran de hablar catalán. O que las señales, aparte de estar en castellano estuvieran en catalán. Esta historia de la catalanofobia se la han inventado los nacionalistas para hacerse las víctimas y comer el tarro a los catalanes manipulables.

Lo que nos molesta verdaderamente es que ahora no podemos ir por las diferentes regiones autonómicas entendiendo lo que nos dicen los carteles. Aunque hay gente educada que nos habla en castellano no siempre es así. Todas estas cosas que traman los nacionalistas no hacen nada más que perjudicarles y la gente de estas zonas debería comprenderlo. Las urnas dicen que hay más gente borrega que inteligente ya que ganan los separatistas. La vida de los hijos de estos borregos, está limitada a su región, ya que no van a poder moverse de allí con semejante falta de conocimientos.

Lo malo es que los borregos arrastran a los inteligentes (como pasa en las elecciones generales). Han permitido que cambien la historia y que se encierren en su idioma que, aunque nos parezca perfecto a todos que lo conozcan, no es de recibo que ignoren el castellano. Allá ellos, está en su mano. Están permitiendo a los nacionalistas que hipotequen su futuro con odios inventados. Tonterías. Nadie tiene más que perder que ellos.

De momento, felicito al ciudadano que ha denunciado al ayuntamiento de Barcelona por no rotular las señales en castellano y mi más profundo desprecio al Gobierno que no tiene lo que hay que tener para hacer cumplir la ley.

Diana Muñoz López

dmunozlo@yahoo.es