• Multa mínima a Deloitte por la auditoría de salida a bolsa de Bankia: 12 millones de euros cuando la propuesta del ICAC era de 50 millones.
  • Y ninguna inhabilitación, a pesar de que la falta fue calificada como "muy grave".
  • Si Deloitte era castigado con dureza, el Banco de España y la CNMV tendrían que reconocer que se tragaron la salida de Bankia a cotización.
  • Pero, con ello, el prestigio de Ana María Martínez-Pina, y del Ministerio de Economía, caen en picado.
  • Todo ello en vísperas de la nueva normativa sobre auditoría.

Lo adelantaba Hispanidad. Hasta gritos hubo en la reunión central en la que el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) decidía la sanción a la auditora-consultora Deloitte, que asesoró a Bankia en su salida a bolsa.

El asunto es sencillo: se acusa a Deloitte de no haber hecho una auditoría en condiciones y de haber jugado el doble, e incompatible, papel de auditor y consultor. Diagnóstico: falta muy grave. Eso le habría costado, no sólo 50 millones de euros, como proponía la directora del ICAC, Ana María Martínez-Pina (en la imagen), y lo que es más grave, posible sanción de inhabilitación.

Un caso que podría sentar precedente sobre las incompatibilidades de un auditor. Las auditoras ganan más como consultoras que como analizadoras de cuentas.

Ocurre que tanto el Banco de España como la CNMV habían dado del visto bueno a la salida al parqué de Bankia, y castigar a Deloitte no les habría dejado en buen lugar como reguladores e inspectores del sistema bancario y del mercado bursátil. Más bien habrían quedado un poco mal.

Martínez-Pina jugó fuerte frente a las presiones de ambos organismos... y ha perdido. O ha cedido, si ustedes quieren, y con ello, el prestigio del ICAC, y del Ministerio de Economía, quedan a la altura del betún.

Y todo ello en vísperas de la nueva legislación sobre auditoras y con el 'caso Bankia' en los juzgados.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com