Recibo una carta firmada por usted y su consejero delegado, Rafael Villaseca, donde me señala que el coste de las tarjetas navideñas del presente año se destinará a la Fundación Diógenes. 18.000 euros que se destinarán a la investigación de Regeneración de motoneuronas espinales a partir de células madre embrionarias.
Carta a la que quisiera hacer unas cuantas precisiones. A Saber:
1. Investigar con células madre embrionarias significa destruir embriones humanos, es decir, individuos genéticamente individuados, distintos de su padre y de su madre. En otras palabras, don Salvador, está usted proporcionando dinero para matar personas. Es así de duro, pero es así de cierto.
2. Las células embrionarias no han curado ni un resfriado, han resultado un desastre terapéutico y encima han provocado tumoraciones. No se va a regenera nada, se lo aseguro, y Gas Natural habrá tirado el dinero a la basura.
2. Las embrionarias están, a estas alturas, totalmente desacreditadas, sobre todo desde que las células madre adultas, no extraídas de embriones sino del propio individuo, han obtenido la misma elasticidad y capacidad reproductora que las procedentes de embriones humanos. Con una ventaja: las células totipotentes adultas no matan a nadie, no tienen tanta tendencia a tumorizar, experimentan menos rechazo y sí han demostrado su capacidad terapéutica, por ejemplo, en la recuperación de tejidos infartados. Y proceden de la grasa o de la piel de los individuos, sin necesidad de aniquilar a un ser vivo, que, aunque pequeño, si se le deja llegaría a ser una persona adulta.
¿Por qué seguimos cargándonos embriones las células embrionarias? Pues mire usted, don Salvador, porque la progresía no puede reconocer la imbecilidad homicida en la que se ha metido con la utilización de embriones humanos como cobayas de laboratorio. Una barbaridad homicida, inútil y superada.
Me parece bien que Gas Natural ahorre los 18.000 euros dedicados a postales de Navidad en algún proyecto humanitario. Pero éste, en concreto, es de lo más anti-humanitario. Es decir, anti-humanidad.
Ese dinero podría haber ido a parar a quienes investigan con células madre adultas: no matan a nadie y obtienen más frutos, don Salvador. De otra forma, y aunque le suene muy duro, está usted haciendo que Gas Natural colabore en una matanza.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com