Con el mismo aire de telemovie de la primera entrega: Carmina o revienta, esta innecesaria secuela de Paco León, protagonizada por su madre y su hermana, vuelve a tener como protagonista a una mujer vulgar y caradura: una auténtica "barriobajera".
Al marido de Carmina, la muerte le sobreviene de forma inesperada un viernes, cuando faltan dos días para cobrar la paga de Navidad. Por este motivo, su resuelta viuda decidirá no comunicar la tragedia hasta el día de marras, manteniendo al fallecido oculto en el salón de su casa… Un sinfín de situaciones ocurrirán en ese periodo de tiempo en esa vivienda de un humilde barrio de Sevilla.
Salvo la ingeniosa situación inicial de humor negro, Carmina y amén se apoya totalmente en el gracejo de la protagonista (interpretada por Carmina Barrios) pero si ésta, como les ocurre a muchos espectadores les resulta "cargante" desde el primer minuto, el metraje de la película se convierte en un verdadero horror. Porque nada falta a esta españolada de baja estofa: tacos, flatulencias, diálogos sexuales groseros etc…
Es decir, el mejor consejo ante un producto de estas características es... entrar a ver otra película.
Para: Los que les guste la versión más cutre de la España cañí