- La fusión de Bankia, NCG Banco y Caixa Catalunya no es posible: Europa se niega.
- Una tutela de los dos segundos por el primero, no se sabe lo que es.
- Y, por si acaso, la 'saliente' Comisión Nacional de la Competencia ya ha advertido que es ilegal.
- Y encima, Mckinsey ya trabaja con un cuarto banco: BMN.
- Sólo quedan dos soluciones: volver al desastroso sistema CAM o comenzar a liquidar bancos.
- Para lo primero no hay dinero. Lo segundo redoblaría la contestación social al Gobierno.
Las consultoras no desprecian ningún negocio bien pagado. Por eso, los chicos de McKinsey y los de Nomura -que lidera Francisco Sánchez Asiaín- aceptaron la oferta del FROB (es decir, del Banco de España (en la imagen, la sede), es decir, del Ministerio de Economía) para ver qué solución había que dar a las tres entidades nacionalizadas (Bankia, NCG Banco, Catalunya Caixa) tras el fracaso de la subasta de ésta última.
Primero se empezó con una fusión pero Europa se opuso: la Troika había lanzado tres memoranda para tres entidades, no para una. Luego surgió la idea de un holding, en la que Bankia tutelaría a las dos más pequeñas. Como ninguna de las tres entidades comprende qué significa eso -y en el Banco de España y en el FROB tampoco lo entiende nadie- se recurrió a lo que siempre se recurre cuando nadie sabe qué hacer: contratar a McKinsey y a Nomura, dos consultoras para que se inventen algo. La verdad es que ni la una ni la otra saben a estas alturas qué propuesta presentar.
Y encima, al trío mencionado se le une ahora Banco Mare Nostrum (BMN) y esperemos que no caiga alguno más como CEISS.
Porque claro, salvo disfrazar el caos actual con una nueva superestructura, lo cierto es que sólo caben dos soluciones: o volver al esquema de la Caja de Ahorros del Mediterráneo CAM (el mismo que el del Banco de Valencia o de UNNIM), el modelo del anterior gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO), o liquidarlas ordenadamente.
Ahora bien, el modelo MAFO de entregar la CAM al Sabadell, UNNIM al BBVA y Valencia a Caixabank, se ha revelado el más caro de todos más aún que le rescate bancario. Sí, mañana podría otorgarse CX al Santander pero Emilio Botín pediría un Esquema de Protección de Activos (EPA) y una línea de liquidez adecuada. Total, una ruina. Y se supone que el Gobierno ni tiene el dinero necesario ni la Troika se lo permitiría.
También cabe la liquidación ordenada: asegurar los depósitos y que pierdan inversores de todo tipo: accionistas, preferentistas, suscriptores de deuda subordinada, etc. En definitiva, el Gobierno se encontraría ante una rebelión social que dejaría en una fruslería el actual lío de los preferentistas.
Eso sí, siempre se puede liquidar todo y permitir que José Ignacio Goirigolzarri sanee Bankia, pero habrá que hacerlo pronto, porque en 2014, si la mora sigue en alza, a lo mejor ya no son cuatro los bancos en riesgo sino alguna otra entidad.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com