Primero fueron críticas contra los peregrinos por su dogmatismo; cuando esa imagen cayó, algunos medios de comunicación les acusaron de provocadores contra los anti-Papa, o mal llamados laicos, porque lo son, de la misma manera que el 99% de los peregrinos, ya que laico se opone a persona religiosa -con votos religiosos-; cuando los vídeos demostraron que no era así, siguieron con que la JMJ generaba enormes gastos, pero hasta al ministro de Fomento, Pepiño Blanco, tuvo que negar esto y afirmar lo contrario; y lo último ha sido lo de la televisión pública española.
RTVE lleva emitiendo imágenes del después de la JMJ. Pero lo más visto es la cantidad de basura que han generado los peregrinos. Esto sí que es manipulación por parte del director de informativos, Fran Llorente, y no lo que hace La Sexta, por ejemplo. Sobre todo, porque es sibilino. No se ven casi imágenes de la aglomeración de más de un millón y medio de personas, sino que lo importante es la cantidad de basura que han generado. Como he escuchado a unas personas en la cafetería: "Vaya peregrinos más guarros". Y es que el mensaje va calando. Pero si uno trata de imaginar a más de 1,5 millones de personas que en un espacio cerrado comen y duermen, se puede imaginar uno cuanta basura se genera. Pero no debe ser lo central. Eso mismo ocurre, y en peor grado, con manifestaciones, en la plaza del Sol tras cada una de las invasiones de la plaza o en el barrio de Chueca cada mes de junio.
Y lo más curioso es que, hasta donde yo sé, es la primera vez que en una reunión de esta magnitud, luego hay grupos de voluntarios que se encargan de recoger basura para facilitar el trabajo a los equipos de limpieza. Pero eso no importa. Mejor presentarlos como unos guarros para así tratar de empañar la excelente imagen que han dejado casi dos millones de peregrinos.
Juan María Piñero
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