El secretario de Estado de Asuntos Europeos había ‘vendido' su entrada en Schengen como segura

El secretario de Estado de Asuntos Europeos, Alberto Navarro, había vendido como "segura" la entrada de rumanos y búlgaros en el espacio Schengen de libre tránsito de trabajadores comunitarios. Tras la entrada de Rumanía y Bulgaria, España se había dado dos años de plazos para levantar el bloqueo. No obstante, al año se revisaría la situación por si se pudiera adelantar. Es lo que ha pasado. Se ha analizado y se ha rechazado.

¿Razón? Caldera así lo ha dictaminado a propuesta de los empresarios y sindicatos. ¿Cuál es el problema? Rumanos y búlgaros son pueblos muy deprimidos, acostumbrados a trabajar al borde de la ley, dispuestos a emigrar y con cierto nivel de formación. O dicho de otro modo: habrían arrasado el mercado. Así que de momento hay 12 meses más de tranquilidad para ordenar los flujos y contener la riada migratoria.

Por supuesto, los colectivos de inmigrantes rumanos y búlgaros han puesto el grito en el cielo. Lamentan que el Gobierno no haya sido capaz de cumplir con su palabra. No obstante, sugieren que estarían dispuestos a callarse la boca con unos pocos de euros. El silencio sale barato en Rumania y Bulgaria. Y el Gobierno, por supuesto, siempre está dispuesto a invertir adecuadamente el dinero de los españoles.