Querían montar un sarao de tapadillo, sin luz ni taquígrafos, sólo los amigos del independiente de la mañana. Para que los muchachos de Polanco pudieran marcarse una exclusiva. Magnánimo que es uno que predica eso de la transparencia con el ejemplo. Pero la Asociación Profesionales por la Ética (PPE) les ha pinchado el plan. Han levantado el velo y les han pillado con el carrito del helado. Es preocupante comprobar cómo la presentación de los contenidos definitivos de Educación para la Ciudadanía se hace a escondidas, en una jornada a puerta cerrada para las entidades afines o colaboradoras del Gobierno en este asunto, rehuyendo, una vez más, el pluralismo social y la crítica, señala Jaime Urcelay, responsable de la campaña por la objeción de conciencia de PPE

El acto se celebraba este martes en el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, para darle boato al asunto y cierto barniz de legalidad. Con todos los honores constitucionales, que al fin y al cabo, la ministra Cabrera pretende imponer una ética civil sobre la ética católica, mayoritaria en la sociedad española.

En el acto de este martes estaban presentes el padre de la patria Gregorio Peces Barba, así como los moralistas José Antonio Marina y Victoria Camps, de marcado carácter laicista. El secretario general del ministerio de Educación, Alejandro Tiana, presenta los contenidos definitivos de la asignatura. Unos contenidos que la ministra Cabrera no quiso desvelar este lunes.

Además, PPE critica que la ministra no haya querido recibirles para plantearles sus críticas a Educación para la Ciudadanía. Confiamos en que la ministra nos reciba porque ya son 25.000 los padres, centros educativos o APAS que nos han solicitado la Guía de Objeción de Conciencia contra Educación para la Ciudadanía, señala Urcelay.