El Presidente Zapatero señaló en la rueda de prensa extraordinaria celebrada en la mañana del viernes que trabajaría porque la salida de Bono no fuese definitiva, sino temporal. Ha sido el propio Bono quien se ha encargado de recordarla. Aunque posteriormente ha reiterado su intención de abandonar la política y que espera volver a convencer al presidente del Gobierno como lo he hecho en otras ocasiones. ¿Salvo en el Estatut y la negociación con ETA?
En todo caso, para dejar las cosas en su sitio, Bono aclara que no piensa ir como candidato a Madrid ni a otros inventos. O sea, le corta el paso a Zapatero para un posible anuncio de ese candidato estrella. ¿Alguna embajada? La pregunta ya empieza a incomodar a Bono que pide por enésima vez respeto a su decisión personal. Cada pregunta se abre un nuevo tajo, afirma, para concluir que el presidente le ha ofrecido muchas cosas. ¿Ninguna apetecible?
Como Bono lo estaba pasando mal y existía el riesgo de que se despachara a hablar sobre lo que no debía, De la Vega decide de manera unilateral que aquella pregunta era la última y la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros quedó anulada. Y eso a pesar de que había todavía al menos una decena de preguntas pendientes. Tampoco ha habido ocasión de compartir estos momentos con los micrófonos apagados. Los gorilas de De la Vega y Bono han hecho un pasillo entre los periodistas que no hemos podido conocer los detalles de tan significativa decisión. A eso se le llama transparencia.