Sr. Director:
1.- Una equivocada lectura de la realidad política y social de la Galicia. Infravaloración del potencial real del PP cómo corriente ideológica, potencial político y capacidad de dirigir y acompañar los ámbitos económicos financieros y mediáticos del país.
2.- Incapacidad para implantar en tres años una auténtica "cultura de coalición" que había contrarrestado la cultura uniformista y autoritaria del PP. La tendencia del PSOE a hegemonizar la acción de gobierno y fagocitar al BNG fue compensada por nosotros con una acción tendente a crear espacio propio coronada con éxito, pero dejando unos y otros totalmente vacío el espacio de consolidación del bipartito cómo tal.
3.- Lectura equivocada sobre la conexión de los instrumentos de poder real con el PP. Especialmente en los ámbitos económicos financieros y mediático. Creencia absurda en su desideologización "no son del PP son del poder". Convencimiento del PSOE de la posibilidad de alternancia sin cambio. Incapacidad del BNG para "imponer" una nueva dinámica que abriese espacios alternativos para el nacionalismo y para el bipartito.
4.- Incapacidad del BNG para hacer una lectura apropiada sobre la importancia de nuestra acción de gobierno. Y del carácter estratégico que para nuestro proyecto tenía una prolongada estancia en el gobierno. Incapacidad para valorar en su justa medida los cambios transformadores realizados en todos los departamentos sin excepción y las dificultades reales para ejecutar nuestro proyecto con 13 diputados, la mitad de consejeros que el PSOE, sin poder transversal en la Xunta, con escasas competencias y peor financiación y sin altavoces sociales para pregonar nuestras medidas.
5.- Incapacidad, una vez más, para leer apropiadamente la evolución españolizadora de una sociedad con unas clases medias cada vez más distanciadas del proceso galleguizador del nacionalismo. Claro avance del proyecto ideológico del PP en amplias capas populares e incapacidad del nacionalismo para leer la nueva situación fundamentalmente en el tema lingüístico.
6.- Una situación de crisis que lleva al escepticismo con respeto a la política a miles de personas que no ven en las alternativas programáticas soluciones a sus problemas y sí en cambio son proclives a identificar su estado de ánimo con manifiestos demagógicos en favor de la austeridad del gasto público y en la denuncia de supuestos despilfarros y costes de la "clase política".
7.- Debilidad manifiesta para hacer frente a una campaña basada en la mentira y difamación contra el BNG y su candidato. Sólo al final, y cuando la avalancha llegaba al ensañamiento, el cuerpo militante del BNG reaccionó ejemplarmente cerrando filas, pero el daño en nuestro entorno social ya estaba hecho.
El camino a seguir
1.- Impedir que el PP consume su 2ª victoria. Derrotado el gobierno, ahora el PP y sus aliados mediáticos pretenden derrotar la alternativa para muchos años. Intentan destruir la imagen de gobierno bipartito asociándola al caos, falta de liderazgo, incapacidad, despilfarro e ineficacia. Todo eso con un PSOE empeñado en abonar las tesis del PP a ese respecto. El PP ganó las elecciones, pero eso no le da la razón absoluta. Defender la acción de gobierno es sobre todo defender la opción del bipartito como alternativa y fundamental para favorecer la alternativa y el cambio en el futuro.
2.- Si el BNG tuvo un error en la apreciación de la realidad social del país, más equivocado sería hacer caso a sectores ultraminoritarios que no sólo tienen esa misma lectura equivocada sino que ofrecen como receta mágica convertir al BNG en la representación política de la marginalidad, haciendo oídos sordos a una sociedad con unas clases populares en las antípodas de esos posicionamientos políticos y dibujando un país no sólo imposible si no también no deseable.
3.- Redefinir nuestra relación con la sociedad y revisar estrategias sobre aspectos especialmente sensibles de nuestro proyecto. En los últimos tres años hicimos un esfuerzo muy importante por ampliar nuestra base social. Ahora en la oposición deberíamos seguir ese camino y no tirar por la borda todo el trabajo hecho. Y necesario al mismo tiempo encauzar con cautela un nuevo posicionamiento público del BNG ante el proyecto de normalización lingüística sin abdicar un ápice de nuestros principios y objetivos, pero aceptando con normalidad política el hecho real de una sociedad bilingüe y de un cuerpo electoral del BNG también bilingüe.
4.- Redefinir, en la medida de lo posible y en lo que el BNG pueda hacer, una nueva relación con el partido socialista basada en la aceptación y en el respeto mutuo. Único método para afianzar los gobiernos municipales en el inmediato futuro y para hacer creíble ante la sociedad una posible alternativa en medio plazo.
5.- Esforzarse para poner al BNG a trabajar lo antes posible. Es necesario que se visualice un BNG actuante en la sociedad. Una fuerza comprometida con la gente en este momento de crisis. El debate interno es necesario y urgente, pero no puede monopolizar nuestra vida política.
6.- Abrir un proceso de reflexión ordenado de estas ideas adelantando por parte de todos un compromiso de generosidad. Empieza una nueva etapa que debe ser protagonizada por nuevos actores con la definición consensuada de una nueva dirección y en su momento de una nueva candidatura a la Xunta de Galicia.
Juan Julio Alfaya
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