La patronal navarra insiste en que la paz no es posible mientras no sea universal, es decir, mientras que no cese el acoso y la extorsión a los empresarios. Su presidente, José Manuel Ayesa insiste en que los empresarios navarros siguen recibiendo cartas de extorsión de ETA. El estilo es más amable, pero la extorsión es la misma y en algunos casos, la cifra exigida se ha visto elevada.
Así lo confirman también fuentes de Interior, aunque Rubalcaba afirma que el alto el fuego es real y completo. Y apuntalando la tesis política se encuentra la patronal vasca Confesask. Su presidente, Alejandro Echevarría, insiste en que no tiene constancia de que las cartas de extorsión continúen y hace un llamamiento al consenso para construir la paz. Un discurso estimulante, pero irrelevante. Porque lo relevante es si existen o no esas cartas. Los empresarios navarros lo aseguran; los vascos no tienen constancia. ¿Con qué versión se queda usted., querido lector?
Zapatero señala que de momento Interior se encuentra en proceso de verificación y que en los próximos días podrá ofrecerse una información más detallado de los eventuales incidentes. De momento, ni desmiente ni confirma.