Discreto, con buen aspecto e intentando pasar desapercibido, José Barrionuevo, el hombre al que las fuerzas de seguridad del Estado, especialmente la Guardia Civil consideran el mejor ministro que ha tenido Interior, estuvo presente en el acto celebrado en el Foro de la Nueva Economía, protagonizado por otro ex ministro del Interior del PSOE. Alfredo Pérez Rubalcaba, el favorito de determinados sectores de la Policía Nacional, que no tuvo que pasar por la cárcel ni sacrificarse por nadie.
Mientras Rubalcaba señaló que "las cosas en ETA han cambiado radicalmente" -desde que la organización terrorista anunciara el cese definitivo de la violencia y aprueba ahora la sentencia del Constitucional que legaliza Sortu- Barrionuevo no podía mentir. En declaraciones a Hispanidad, y tras intentar evadir la pregunta remitiendo a las declaraciones de Rubalcaba, Barrionuevo afirmó que "no me hace ninguna gracia, pero es algo inevitable".
Su colega y compañero de partido, que hace tan sólo un año afirmaba que Sortu era el brazo político de ETA, fue interpelado por la detención en la mañana de este martes en el sur de Francia de Ugaitz Errazquín Tellería y José Javier Oses Carrasco, responsables de la muerte del concejal socialista de Mondragón (Guipúzcoa) Isaías Carrasco y al empresario Ignacio Uría, en Azpeitia (Guipúzcoa), en diciembre de 2008.
Rubalcaba, al ser preguntado por las detenciones, ha felicitado a las fuerzas de Seguridad, a las autoridades francesas y al Gobierno: 'Bienvenida sea y mucho más si, como parece como parece, alguno de los detenidos participó en el comando que asesinó a mi compañero Isaías Carrasco, a un empresario cerca de donde vivía Isaías'. El líder socialista, actualmente en la línea de Patxi López, ha señalado que es necesaria una política antiterrorista distinta que el Gobierno "está tratando de hacer" y esa es la que va a contar con su apoyo. "Yo sufrí muchas cosas que no tenía que haber sufrido y no voy a hacer que mi sucesor tenga que pasar por lo mismo", ha dicho. También sufrió lo suyo Barrionuevo y no ha cambiado sus opiniones, como tampoco la líder de UPyD, Rosa Díez.
Sara Olivo
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