Sr. Director:

En Murcia, el SEPRONA ha desmantelado dos granjas clandestinas con animales desnutridos y mutilados.

Las autoridades velan contra la crueldad hacia los animales y clausuran los lugares donde se les maltrata. Qué distinto es si esto mismo sucede con los propios hombres: clínicas abortistas en las que se despedaza, se tritura o se provoca el parto para dejar morir al bebé de frío y desnutrición, no son acicates para cerrar estos locales.

Qué importa que nuestras leyes designen de legales o ilegales estos asesinatos precedidos de tortura. Toda la sangre vertida por estos inocentes clama al Cielo y no puede ser desoída por más tiempo.

Que el que pueda deje ya estos horrendos crímenes y se afiance en el arrepentimiento. Dios todo lo perdona, hasta la muerte de los abeles en manos de los caínes.

Ana Coronado

corana22@gmail.com