Esto es bello e instructivo. Ahora bien, para mí que estamos olvidando la diferencia entre gestión inteligente, negligencia y caradura.
El caradura es el que mete la mano en la caja. Pues a por él. El banquero se distingue de cualquier otro empresario en que trabaja con el dinero de los demás.
Si se trata de negligencia, lo mismo: que responda de sus actos.
Si se trata de mala gestión, pues mire usted, entonces debe ser sustituido pero no penado. Muchas empresas han quebrado y ningún sabio ha sido capaz si la culpa ha sido la crisis general del planeta tierra o de la gestión particular del sujeto agente.
En este punto, llega CIU y pide que, ante la crisis bancaria los gestores de entidades financieras que hayan sido nacionalizadas no reciban indemnización por su gestión. Todo el mundo puede apoyar este principio. Es difícil de aplicar pero hay que apoyarlo.
¿Y para las entidades privadas? Pues mire usted, la crisis nos lleva a que los salarios de los gestores de banca o de cualquier gran empresa, cotice o no, deba ser aprobado por los propietarios. No estoy hablando de informarse, sino de aprobar los salarios de los directivos. A esto no hemos llegado legalmente... y es donde el Gobierno Rajoy debería llegar.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com