Así, se están produciendo muchos agravios comparativos en el tratamiento de las distintas entidades
En plena crisis bancaria mundial, el cuerpo de inspectores del Banco de España está que arde. Consideran que el gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO) y sus hombres confianza, Javier Aríztegui (en la foto), que fuera director general de Inspección y ahora Subgobernador, han politizado su trabajo hasta unos límites inaceptables.
Las fuentes consultadas por Hispanidad hacen hincapié en el nefasto rol jugado por Aríztegui, aún más que en el gobernador MAFO. Procedente del Servicio de Estudios, que no del Cuerpo de Inspectores, Aríztegui rompió los usos del trabajo de supervisión bancaria. Hasta ahora, el informe de un inspector era sagrado, sobre cualquier entidad fuera grande o pequeña. Como mucho, y siempre de acuerdo con el autor, el informe se discutía con el inspector de primera -cargo al que se llega 'a lo militar', por antigüedad-. Luego, el inspector jefe lo ratificaba y, finalmente pasaba al nivel "político", de la institución, que tomaba la decisión última pero sin interferir ni manipular los datos facilitados por los inspectores. Algo así como la técnica periodística de que el redactor es soberano para escribir el texto pero el titular es patrimonio del director.
Pero Aríztegui, aseguran las mismas fuentes, "se ha cargado el modo de operar así como el escalafón: ahora llegas a inspector jefe aunque no seas inspector de primera, si eres de la confianza de la cúpula". Y es que "los informes se tocan en el nivel de inspector jefe, a conveniencia de MAFO y de Aríztegui". Y ponen un ejemplo: "llevamos tres años advirtiendo que no se estaban contabilizando adecuadamente las pérdidas en crédito a la promoción inmobiliaria".
Otro inspector se sincera: "No toda la culpa es del gobernador y subgobernador. Lo cierto es que nuestros jefes del propio cuerpo han cedido en lo que antes no se cedía. Un ejemplo muy citado es el del inspector jefe de cajas de ahorros, Pedro González "buena persona y excelente inspector" pero "que ha cedido a la obediencia debida, es decir, a la presión política". Por eso "el tratamiento, dadas las distintas cajas, introduce agravios comparativos nunca conocidos".
Todo ello ha ido en detrimento del prestigio del cuerpo. Profesionalmente, la guinda de la tarta ha sido la externalización del sistema de acceso al cuerpo que ha quedado en manos de un master externo que lidera la universidad ICADE y Asesores Financieros Internacionales (AFI): "Esto es lo que más nos molesta", afirma un tercer inspector. "Se cede a un tercero que nos enseñe a hacer nuestro trabajo". Hasta ahora, tras las oposiciones, era el propio Cuerpo quien organizaba el cursillo de acceso. Ahora va a ser una universidad y una consultora que ha trabajado como asesora, sobre todo de cajas de ahorros, precisamente el sector más afectado por la crisis.
Miriam Prat
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