No se puede realizar ningún paralelismo por ahora con las quejas de los indignados españoles

La muerte de un hombre por un disparo de la policía, la excusa para provocar altercados.

De nuevo las redes sociales y los avances tecnológicos son una oportunidad para que jóvenes se organicen para cometer actos de vandalismo. Alejados de cualquier relación con las protestas de indignados como sucedió en España u otros países europeos, pero agarrados a un motivo, o más bien una excusa –la muerte por disparos de la policía de un joven negro, supuestamente traficante de drogas-, cientos de jóvenes ingleses han aprovechado las noches de los últimos días para sembrar de fuego algunos barrios londinenses, así como zonas de otras ciudades como Liverpool o Birmingham.

En sus acciones no parece encontrarse ningún motivo ideológico, sino una muestra más del gamberrismo, por el gamberrismo, el aprovechar una acción para organizarse en grupos de un centenar de jóvenes para llevar el caos a las calles.

Sus acciones se asemejan, en cierto modo, a los disturbios ocurridos en París en 2005 en las banlieues, aunque en esta ocasión, la muerte de Mark Duggan, sólo ha sido la excusa para esta reacción, aunque no el motivo.

Andrés Velázquez

andres@hispanidad.com