Conozco a la firmante de este artículo que aconsejo lean con atención. Publicado en Alemania, la autora es una corresponsal. Una nacionalista alemana con una visión muy colonial de España. Que una periodista alemana hable de oligarquía política y económica tiene su aquél. Que una alemana hable de corrupción cuando en su país sus servicios secretos sobornan a funcionarios de bancos extranjeros para que les den información sobre defraudadores alemanes -la huída de dinero hacia paraísos fiscales es el cáncer alemán, no el español- tiene algo de coña.
Miren ustedes: Alemania es más corrupta que España, y más salvaje en su corrupción, Aquí tenemos unos sindicatos coñazo y encima financiados por todos, pero no compramos a los sindicalistas organizándoles viajes a Brasil con prostitutas incluidas.
Pero su lenguaje prepotente y su falsa imagen de España, acierta en dos puntos: España debió dejar quebrar sus bancos en dificultades en lugar de salvarlos con dinero público y España, aunque menos oligárquica que Alemania, sí sufre más macrocefalia de Estado que Alemania. Somos menos corruptos pero tenemos más políticos.
Sí, la cifra que ha costado el salvamento de la CAM o de Bankia -ésta encima con créditos blandos europeos- son ciertas. La solución no era salvar Bankia, Catalunya Caixa (CX), la CAM, la CCM, Unnim, etc. La solución era dejar quebrar a los quebrados pagando a los depositantes. No se hizo, y nos encontramos en el peor mundo posible: el rescate europeo de los bancos.
Segunda cuestión en la que acierta Stefanie: hay que reducir el tamaño del Estado, jibarizarlo. Vamos, que tenemos que mandar políticos a casa. Esa es la reforma que Rajoy -y todos los políticos- no se atreve a hacer, por la sencilla razón de que atenta contra su propio partido. En definitiva, la única reforma, la más importante, que Rajoy tenía que hacer, es la que ha iniciado la presidenta manchega, su secretaria general en el PP, Dolores de Cospedal: reducir a la mitad el número de parlamentarios regionales y a los que se queden quitarles el sueldo. Este es el camino. Camino, que, curiosamente, ha sido apoyado de forma tibia por el propio Gobierno que sustenta el Partido Popular... del que Cospedal es secretaria general.
Lógico, a nadie le apetece perder el sueldo. Pero eso es exactamente lo que hay que hacer.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com
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