Si ustedes escucharon el informativo de mediodía (14.00 horas) de Radio Nacional de España (RNE), edición del jueves 24, se llevarían al caletre la siguiente información (y en titulares de apertura): una delegación del Tripartito catalán, presidida por el conseller en cap, Josep Bargalló, se trasladó al Vaticano para entrevistarse con las autoridades máximas de la Iglesia Católica (se supone que la Secretaría de Estado) y quejarse por un montón de cosas, entre otras se habló -afirmó el periodista- del tratamiento que algunos medios informativos cercanos a la Iglesia daban al hecho catalán.
Tras la entrevista entre la vicepresidenta primera del Gobierno español, Teresa Fernández de la Vega, y el secretario de Estado vaticano, Angelo Sodano, el asunto resulta creíble.
Pues bien, portavoces oficiales vaticanos han comunicado a Hispanidad que nadie ha recibido a ningún miembro del Tripartito catalán en el Vaticano. Ni está ni se les espera. Lo único que se ha recibido es un papel donde, en efecto, el Tripartito catalán se queja de la COPE y de un montón de cosas más. Papel al que se ha dado por recibido y al que, según las mismas fuentes, no parece constituir la preocupación primera de la Jerarquía vaticana.