El problema de los Gallardo es que los inversores no se fían de ellos. Almirall obtuvo un beneficio neto de 80,5 millones de euros en el primer semestre, cifra un 36,9% superior a la del mismo periodo del año pasado (58,8 millones de euros), según ha informado este martes la compañía a la CNMV, que ha explicado que este resultado se ha visto favorecido por la transferencia de la filial de México durante el segundo trimestre. El grupo farmacéutico registró un resultado bruto de explotación (Ebitda) de 123,5 millones de euros entre enero y junio, prácticamente la misma cifra que en la primera mitad de 2015 (123,4 millones). Por su parte, los ingresos de Almirall sumaron 428,1 millones de euros, un 5% más. La firma ha precisado que sus ingresos semestrales fueron consecuencia de unas ventas netas por importe de 388,3 millones de euros y de otros ingresos por valor de 39,8 millones de euros. En relación al mismo periodo de 2015, las ventas aumentaron un 8%. La facturación de Almirall se vio impulsada en el primer semestre por el área de Dermatología, que mostró un incremento de su facturación del 13,3%, hasta representar el 43% de total de las ventas netas, frente al 41% del año anterior. Este crecimiento en el área dermatológica fue debido a las ventas en Europa, que aumentaron un 27% hasta junio, frente a un descenso de la facturación en Estados Unidos del 2,5%. El problema sigue siendo  el de siempre: la bolsa. Y es  que inversores desconfían de los Gallardo. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com