- Director
Ridley Scott - Intérpretes
Charlie Plummer, Michelle Williams, Christopher Plummer, Mark Wahlberg - Nacionalidad
EEUU, 2017
TODO EL DINERO DEL MUNDO
La última película del conocido director Ridley Scott se ha hecho famosa, antes de estrenarse, porque el cineasta decidió "borrar" de la misma al actor Kevin Spacey tras ser acusado de abusos sexuales por parte de varios jóvenes de la famosa serie televisiva "House of Cards".
Fue sustituido en su papel por Christopher Plummer, que ha sido nominado a mejor actor de reparto en los Oscar 2018 pero, que nadie piense mal, porque el casi nonagenario intérprete está fabuloso encarnando al patriarca de la familia Getty.
Inspirada en hechos reales, recuerda un suceso que conmocionó a la sociedad de los 70: el secuestro en Roma del adolescente J. Paul Getty III, pero relata la parte que describiría la crónica del corazón: la negativa de su abuelo, por aquel entonces el hombre más rico del mundo, a pagar el rescate y los intentos de la madre del joven por recuperarlo.
El largometraje, que supone una buena crónica de la época, está bien enmarcado gracias a su diseño artístico y de producción, poniendo especial énfasis en el amor de una madre en su lucha contrarreloj para lograr la libertad de su hijo, puesto que para ella, al contrario que para su suegro, lo más importante de la vida eran sus vástagos. Se trata de un personaje cañón porque retrata a una mujer de gran entereza que nunca se corrompió por el dinero.
Ridley Scott ha partido de un guión de David Scarpa, basado en el libro de John Pearson que tiene un título tan expresivo como largo: "Dolorosamente Rico: las indignantes fortunas e infortunios de los herederos de J. Paul Getty". La historia resulta cinematográficamente atractiva porque mezcla un drama emocional con un thriller, lo único que "chirría" es la composición que se hace del mafioso interpretado por el actor Romain Duris, que resulta cantinflesca.
La película resulta bastante estimulante porque ofrece datos sobre cómo se forjan las grandes fortunas, en este caso por acuerdos petrolíferos, y una condición imprescindible para amasarlas: una personalidad donde prima un egocentrismo manifiesto.
Para: Los que les interesen las historias humanas con luces y sombras
Juana Samanes