- Director
James Vanderbilt - Intérpretes
Russell Crowe, Rami Malek, Michael Shannon, Richard E. Grant, Leo Woodall y John Slattery - Nacionalidad
EE.UU.
https://www.youtube.com/watch?v=Wq0S6a3vFPM
Año 1945. Tras la derrota de Alemania en la Segunda Guerra Mundial, un psiquiatra estadounidense llamado Douglas Kelley es elegido para evaluar la salud mental de los prisioneros nazis y determinar si son aptos para ser juzgados por sus crímenes de guerra. Ello tendrá como consecuencia que Kelley se verá inmerso en una compleja batalla de inteligencia contra Hermann Goering mano derecha de Hitler. Su trabajo será decisivo para la tarea encomendada al fiscal jefe, Robert H. Jackson.
Nuremberg nos traslada hasta los juicios celebrados hace 80 años por los Aliados para condenar los crímenes contra la humanidad cometidos por los nazis. Pero, aunque tiene como precedentes la obra maestra de Stanley Kramer, ¿Vencedores o Vencidos?, e, incluso, a la reciente y meritoria miniserie titulada Nuremberg y protagonizada por Alec Baldwin, lo que se narra aquí tiene un enfoque diferente. Ello se debe a que traslada a la gran pantalla la novela, de 2013, "El nazi y el psiquiatra" del periodista estadounidense Jack El-Hai. El resultado es apasionante. Los Juicios de Núremberg, que empezaron el 21 de noviembre de 1945, jugaron un papel crucial en la definición de los crímenes de guerra y establecieron las bases de la justicia internacional tal y como la conocemos en la actualidad.
Cine histórico para recomendar por su calidad en los diálogos, la recreación de época, la fotografía (con la textura adecuada) y con unas actuaciones magníficas dentro de un reparto coral, en especial la de Russell Crowe, metiéndose en la piel del narcisista Goering, que “se come” literalmente la pantalla. Frente a él, otro ganador de Óscar, Rami Malek, encarnando al “loquero” Kelley. La película recuerda, por su forma de estar narrada, a clásicos del cine como la mencionada de Stanley Kramer, porque aquí no solo se denuncia con imágenes terribles el holocausto, sino que se dilucida por qué se produjo. Lo dice claramente uno de los personajes de la trama, cuando habla de que sus conciudadanos alemanes, no solo votaron a Hitler, sino que consintieron y no hicieron absolutamente nada hacia ese genocidio de compatriotas judíos.
La película resulta además muy actual desde el momento en que los 22 prebostes nazis que eran juzgados en el proceso que se narra en esta película se declararon no culpables y su líder, Goering, se auto disculpaba diciendo que no sabía nada de las matanzas que sucedían a pocos kilómetros de Munich y de tantas ciudades alemanas, austriacas, etc…aunque lógicamente él conocía los términos de la denominada Solución final.
Para: los que les guste el cine histórico de calidad.










