Dentro del universo Marvel, Los guardianes de la galaxia aportaron bastante humor en la primera entrega (2014) , no tanto en la segunda (2017) que era enrevesada y bastante 'rollo'. Este Volume 3, aunque cuenta con un comienzo algo pesado, coge velocidad pronto y apuesta, de nuevo, por el mero entretenimiento

El líder de la banda más heterogénea del espacio, Peter Quill,  sigue conmocionado por la pérdida de su amada Gamora, pero no le quedará más remedio que reunir de nuevo a su equipo y emprender una peligrosa misión para salvar la vida de Rocket, ese mapache luchador, y fiel a sus amigos, al que conoceremos más gracias a saltos temporales donde se descubre su curioso origen. 

Una banda sonora plagada de éxitos comerciales y con mucha “marcha”, marcan el ritmo de esta película que es excesiva en todo; en primer lugar en metraje (150 minutos), pero también en personajes (alguno no demasiado  bien explicado, es el caso de Adam Walorck, encarnado por Will Poulter). Da la impresión que han tirado la “casa por la ventana” en efectos en 3D y todo es un espectáculo visual a lo grande para mostrar esos mundos y esos enfrentamientos donde hay un derroche imaginativo en la apariencia de decenas de criaturas.

James Gunn es el director y también ha escrito el guion, como en las dos entregas anteriores, y en esta opta argumentalmente por un tema recurrente en los films del mundo del comic: un malvado que quiere convertirse en Dios del Universo. Se denomina Alto Evolucionador y está obsesionado con crear una sociedad perfecta, ha sido interpretado por un correcto Chukwudi Iwuji. Este tendrá como últimos adversarios al singular equipo liderado por Quill.

Desde la primera entrega lo mejor de esta saga son los carismáticos personajes que forman ese grupo. De nuevo volveremos a disfrutar con la divertida manera de expresarse de Groot (con voz de Vin Diesel), de la violenta forma de afrontar los conflicto de Drax o de las diversas hazañas de Rocket (con voz de Bradley Cooper). Si buscan algo serio en el contenido también lo hay:  se critica abiertamente los experimentos con todo tipo de criaturas que pueblan ese universo, sobre todo con animales, y nos recuerda algo importante: cuando se cosifica a seres vivos ya se sabe lo que pasa…

El desarrollo de esos 150 minutos no es equilibrado, el comienzo es menos interesante pero, a medida que avanza el metraje, es más trepidante y gracioso por las situaciones que propician los personajes.

Para: los que hayan visto las dos anteriores entregas y les resulten simpáticos sus personajes.