Historia sobre segundas oportunidades, presenta a Sonny Hayes, un piloto que en la década de los 90 fue todo un fenómeno hasta que un gravísimo accidente le apartó de las pistas. Treinta años más tarde un antiguo compañero le pide ayuda para salvar su equipo de Fórmula 1, que está al borde de  la quiebra. Ese equipo cuenta con un novato muy prometedor. Joshua Pearce, que no le recibe con los brazos abiertos por lo que la rivalidad saltará no solo con otras escuderías sino dentro del mismo equipo.

A priori pudiera parecer que un largometraje sobre el mundo de la Fórmula 1 sería una opción para un público que amase el mundo de la velocidad. Pero si como ocurre con F1. La película, detrás se encuentra un magnífico director de filmes de acción como Joseph KosinskI (Top Gun: Maverick (2022) y un protagonista con tanto carisma como es el actor Brad Pitt, la cosa va sobre ruedas…

Rodada en escenarios auténticos, es decir en los principales circuitos del mundo, el ritmo trepidante de este film en las escenas de carreras va unido a un guión que cuenta con personajes bien descritos y con atractivo lo que da lugar una película excelente,  que se disfruta, minuto a minuto,  mientras los no aficionados aprenden términos de la Fórmula 1. En el ritmo de esta película juega un papel destacado la impresionante banda sonora de la película, realizada por uno de los grandes compositores de música de cine, Hans Zimmer, que está perfectamente sincronizada con esas escenas llenas de adrenalina que ofrece el largometraje. En su desarrollo no falta una bonita historia de amor, de amistad, de superación, mientras defiende la importancia, en algunas disciplinas, de trabajar en equipo.

Además, la película, entre cuyos productores se encuentra el mismísimo Lewis Hamilton, cuenta con el simpático gancho de contemplar multitud de cameos de famosos corredores de Fórmula 1, en el caso de España de los pilotos Fernando Alonso y Carlos Sainz hijo.

En el reparto, brilla Brad Pitt que encarna a un personaje bombón, con carisma que, poco a poco, por su personalidad se gana a los miembros de la escudería y les inculca esperanza para seguir adelante y creer en lo imposible. Por cierto que Pitt luce un aspecto alucinante a sus 61 años. A su lado también están estupendos el joven actor Damson Idris, metiéndose en la piel de ese buen piloto al que le falta experiencia y el español Javier Bardem quien, por una ocasión, luce un aspecto de gentleman no de malvado.

Para: Imprescindible para los que les guste el mundo de la velocidad y, en general, para los que les guste el buen cine.