• Al 'visionario' de VW le ha salido el tiro por la culata: quiso acabar con Wintetkorn y, contra pronóstico, lo ha relanzado a lo más alto.
  • El fabricante supera la etapa de interinidad en el consejo de supervisión, tras la dimisión de Piëch: le sucede Hans Dieter Pötsch, director financiero.
  • Y Wintetkorn tendrá dos años más, hasta 2018, para profundizar en su gestión al frente del grupo.
  • El grupo se garantiza la continuidad y aparca el debate sucesorio, aunque todas las miradas están puestas en Winterkorn.
Los últimos cambios en la cúpula del gigante automovilístico alemán Volkswagen no dejan lugar a dudas sobre quién ha ganado finalmente la guerra, desatada en abril, entre Ferdinand Piëch, el entonces todopoderoso presidente del consejo de supervisión (no ejecutivo), y el consejero delegado (Consejo de Administración o Dirección), Martin Winterkorn. En la imagen están los dos, el perdedor, Piëch, a la izquierda; el ganador, Winterkorn, a la derecha; y el sucedor del primero, en el centro: Hans Dieter Pötsch, nuevo presidente del consejo de supervisión. El relevo en la cúpula del fabricante es, sobre todo, eso, el apéndice de una agria disputa capitaneada por Piëch, que comenzó a cuestionar a Winterkorn para que no le sucediera en presidencia del grupo, y el Ceo, que no tiró la toalla. La tormenta estalló y a la postre, al gran visionario de VW le ha salido el tiro por la culata. En primer lugar, sustituye a Piëch, forzado a dimitir, Hans Dieter Pötsch, hasta ahora director financiero y hombre de confianza de Winterkorn. El nombramiento, que se hará efectivo en la junta de noviembre, pone fin a un periodo de interinidad de Berthold Huber, el representante de los trabajadores en el consejo de supervisión, que también ven con buenos ojos a Winterkorn. Y al mismo tiempo, Martin Winterkorn, cuyo mandato como consejero delegado concluía en 2016, seguirá en el cargo, por contrato, dos años más, hasta 2018. O sea, tiene tres años por delante para seguir con sus planes, lo que le da más opciones que a nadie para ser el próximo presidente de la compañía, que es justamente a lo que se oponía Piëch. La historia quedaría incompleta si algún detalle de aquel prólogo para comprender el desenlace. Recuerden, Piëch se despachó a gusto diciendo que Winterkorn, con el que había sido uña y carne durante años, no era la mejor opción para sucederle. Esas polémicas declaraciones provocaron, en primer término, el rechazo tanto de los directivos como de la familia, que controla el 51% del capital de VW. Después se intentó sin éxito resolver el desaguisado, Winterkorn no se dio por vencido y Piëch finalmente tuvo que dimitir. El detonante que lo precipitó todo fue un contundente comunicado del comité ejecutivo del consejo de supervisión de VW, que no dejó lugar a dudas: "El profesor Martin Winterkorn es el mejor presidente posible del Consejo de Dirección de Volkswagen". Entre las figuras clave que apoyaron a Winterkorn había familiares de Piëch, como Wolfgang Porsche, también nieto, como Piëch, de inventor del escarabajo, Ferdinand Porsche. Pero el apoyo más significativo llegó de Baja Sajonia, que controla el 20% del grupo. Ese Estado cuenta con dos representantes en el consejo de supervisión, de 20 miembros, y votaron en contra de los planes de Piëch, al igual que los 10 representantes de los 300.000 trabajadores de VW en Alemania. Rafael Esparza rafael@hispanidad.com