Vargas pide quedarse dos años como gestor de una AENA semiprivada
- Con ello, la opción de Abril Martorell para sustituirle al frente del gestor aeroportuario de diluye.
- La ministra de Fomento, Ana Pastor, une su futuro político a la limpieza de la operación de venta del 49%.
- Y Álvaro Nadal, el que más pegas veía en Vargas, se olvida del tema: se da por satisfecho al evitar que se malvenda AENA.
- Esa es la razón, la valoración, por la que Ferrovial amenaza ahora con irse y se piensa en la entrada de fondos de inversión.
- Pero a esos fondos, especulativos, le importan un bledo los aeropuertos pequeños.
Desde octubre, que cambiaron los planes para la privatización del 49% de AENA -directamente se paralizó hasta nuevo aviso-, han ido rotando las piezas de este puzle, al mismo ritmo que se han ido cubriendo su puntos débiles, sobre todo en la valoración de Aeropuertos Españoles. Baste recordar que desde el primer encargo a los bancos de inversión sobre la valoración de la compañía, encargada por su presidente, José Manuel Vargas (en la imagen), el precio de ese patrimonio del Estado ha pasado de 4.500 millones a una horquilla de entre 6.225 y 8.025 millones.
Tanto han cambiado las cosas que Vargas pide ahora quedarse al menos dos años como gestor de una AENA semipública, frente a sus planes iniciales de cerrar la operación y largarse. Y paralelamente, el éxito del proceso -la fuerte demanda de títulos para cubrir el 28% en bolsa-, pone en evidencia, efectivamente, que el gestor valía más y trastoca los planes en el núcleo duro de los inversores institucionales (21%). Ferrovial podría caerse porque ahora el precio le parece 'excesivo' frente a la adjudicación inicial. Y lo mismo podría suceder con Corporación Financiera Alba, de los March (8%) o el 6,55% del fondo británico TCI (The Children's Investmet Fund). En el caso de Ferrovial se ofreció a comprar el 6,5% pero a un precio que no superara los 48,66 euros por acción y la nueva horquilla de precios está entre 43 a 55 euros.
La petición de Vargas de permanecer dos años al frente corre en paralelo a un posible cambio de planes: dar una mayor entrada en el núcleo duro a los fondos de inversión. Esa posibilidad ya fue planteada en septiembre por Rafael Catalá, entonces secretario de Infraestructuras, y hoy ministro de Justicia. Y si esta opción avanza, las posibilidades para que Fernando Abril Martorell sustituya a José Manuel Vargas se diluyen. Abril es consejero independiente en AENA y los March lo podían haber nombrado consejero dominical, en representación suya, y no lo hicieron, lo que le daba opciones. Pero la posibilidad de dar una mayor entrada a los fondos, que Vargas no le preocupa (le darían apoyo y punto) entraña riesgos, que son directamente proporcionales a la 'peligrosidad' de esos fondos según el grado de lo especulativos que sean. En otras palabras, a esos fondos les importan un bledo los aeropuertos pequeños. Les interesa sobre todo despiezar y venden. Y no es lo mismo El Prat o Barajas que el aeropuerto de Valladolid o Pamplona.
Paralelamente, los hombres clave que más pegas podían poner a Vargas se han 'ablandado'. En primer lugar, Álvaro Nadal, director de la Oficina Económica de La Moncloa y presidente de ENAIRE, propietaria de AENA, y también la ministra de Fomento, Ana Pastor, que sigue confiando en Vargas.
Nadal no se fiaba de Vargas y, doblando el pulso a la ministra Pastor, paralizó la OPV precisamente por la valoración de la compañía: exigía un precio no inferior a los 8.000 millones de euros. Nadal, en fin, discrepaba de muchas cosas con Vargas, poro todo eso está 'olvidado': se da por satisfecho al haber evitado que se malvendiera AENA. Los 4.500 millones en los que fue valorada inicialmente la compañía están muy por debajo de la horquilla de entre 6.225 y 8.025 millones en los que se valora en estos momentos. Hasta la CNMC protestó en su día por la raquítica valoración inicial y puso negro sobre blanco que se estaba malvendiendo AENA.
Y la ministra Ana Pastor, como ha quedado señalado sigue confiando en Vargas, del mismo modo que está empeñada en que se plasme alguno de sus proyectos de la legislatura (no sólo está AENA en esa lista: también están la solución a las autopistas en quiebra o la liberalización del AVE). Ana Pastor estaba contenta esta mañana del martes por la buena acogida que ha tenido entre los inversores la OPV de AENA. Explicaba que "demuestra la confianza que existe hacia un gran país" como es España, y callaba, cómo es lógico, que en la limpieza de esa operación, que se ha concretado con dos meses de retraso, se juega su futuro político. No hay que olvidar que fue ella misma la que convenció a Rajoy en noviembre de que aseguraría personalmente la limpieza del proceso ante las no pocas suspicacias e interrogantes que se había abierto. Ana Pastor ha aprovechado la inauguración del I Foro de Innovación Turística para mostrar su satisfacción y ha insistido en que el gestor aeroportuario es a día de hoy es una compañía saneada.
Rafael Esparza
rafael@hispanidad.com