- Por un lado, los 600 millones de euros de los 'Cocos' de Ceiss.
- Por otro, las cláusulas suelo que le acogotan.
- Por último, una absorción de Caja España-Duero que no ha resultado.
- Medel amenaza con revertir esa adquisición, aunque sabe que es imposible.
Braulio Medel (
en la imagen) está viviendo algo parecido a una tormenta perfecta. Nos referimos, evidentemente, a la
esfera profesional del dirigente andaluz, ligada, desde hace más de 25 años, a
Unicaja. Pero no se alarmen: Medel ha salido airoso de otras peores. Por ejemplo, de su imputación en el caso de los
ERE, que finalmente archivó el juez el pasado verano.
Sí, este
catedrático de Hacienda Pública de la Universidad de Málaga y doctor en Ciencias Económicas y Empresariales por la Complutense, ha sobrevivido a todo y a todos.
Su trayectoria al margen de Unicaja tampoco tiene desperdicio.
A sus 69 años y medio -cumplirá 70 en agosto-
Medel ha sido presidente de la Federación de Cajas de Ahorro de Andalucía, presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorro y viceconsejero de Economía y Hacienda de la Junta de Andalucía. No está mal, aunque su currículum estaría incompleto sin el nombramiento de
hijo predilecto de su pueblo natal, Marchena (Sevilla), que recibió en verano de 2009.
Ahora bien,
si hablamos de aportación dineraria, el cargo que más satisface actualmente a Medel es el de consejero de
Iberdrola, de la que Unicaja
tuvo que vender un 0,51% el pasado mes de diciembre. No, a Medel no le gustó el hecho de tener que vender la joya de la corona -cobra 284.000 euros anuales-, pero
no quedó más remedio que hacerlo y es una muestra de la situación que atraviesa la entidad.
Es la tormenta perfecta que mencionábamos al comienzo. Hablamos, por un lado, de los 600 millones de euros de las obligaciones convertibles contingentes ('Cocos') de Ceiss
que vencen a finales de 2017. No está mal. Por mucho menos (370 millones), Ibercaja -de las medianas, la entidad más solvente-
puso en marcha la
Operación Pilar con el fin de encontrar un inversor dispuesto a asumirlos.
Pero hay más. Por ejemplo, los
150 millones adicionales que tendrá que provisionar por las
cláusulas suelo -se añadirán a los 140 millones ya previstos-. Sí, Unicaja no tiene mucho inmobiliario tóxico, pero sí muchas cláusulas suelo.
Todo esto en un contexto en el que ha quedado de manifiesto que la absorción de
Caja España-Duero no ha dado resultado. Y Medel, que compró Ceiss con '
irresponsabilidad ilimitada', amenaza con revertir la adquisición. No se preocupen, el propio don Braulio sabe que eso es imposible.
A lo que no renuncia es a fusionarse o, mejor dicho, a que le compren. Por eso,
como adelantó Hispanidad,
ha ofrecido la entidad a todo el sector. De momento, sin mucho éxito.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com