- Y muy del PP progre.
- Fulminado Margallo y sin independientes, nadie le hará sombra a Rajoy.
- Dolors Montserrat, nueva ministra de Sanidad e Igualdad, seguramente será muy sensible a las reclamaciones del lobby homosexual.
- Alfonso Dastis es un experto en preparar güisquis en su debida proporción de hielo y agua, íntimo del cuñadísimo, Francisco Millán.
- Íñigo Méndez de Vigo es un experto en beberse los güisquis que prepara Dastis.
- ¿Soraya gana? Pues parece convertirse en una estupenda secretaria de Rajoy: mucho trabajo y poco poder.
- Eso sí, mantiene el CNI, la información sensible. Rajoy no podía darle a Cospedal todos los servicios de inteligencia, los de Interior y los de Defensa.
- Sí, porque Zoido es hombre de Cospedal e íntimo de su esposo, el influyente Ignacio López del Hierro.
- Álvaro Nadal le quita el puesto a su hermano. Bonita pugna la que se prepara con Iberdrola.
- Por supuesto, la nueva generación de Pablo Casado, que espere turno.
No hay ministros con peso político ni independientes.
Manda Rajoy y sólo Rajoy. Por si acaso, se ha encargado de fulminar a
García Margallo, su antiguo amigo y valedor y de retirar a Soraya de la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el mejor escaparate mediático existente en la política española.
Veamos a
García Margallo, la mejor cabeza del Ejecutivo. No sólo lo ha fulminado sino que ha elevado a los dos subalternos con los que nunca se entendió. Antes
Íñigo Méndez de Vigo, ahora elevado a portavoz y que ya ha cometido su primer error en su
primera rueda de prensa: dijo que suponía que las relaciones con los medios las llevaría él como ministro portavoz. ¿A que no? ¿A que Soraya lo pelea? En cualquier caso, campeón, eso se dice, no se hace.
Méndez de Vigo es uno de los progres del Gabinete. Un afamado periodista aseguraba en la mañana del viernes que no había armado ningún lío en Educación. Claro, como que no ha hecho nada.
Méndez de Vigo es hermano de la poderosa directora del CNI,
Beatriz Méndez de Vigo.
Y al otro que nunca se entendió con Margallo y que ha elevado Rajoy, nada menos que a la categoría de ministro de Exteriores, ha sido a
Alfonso Dastis.
Muchos méritos. El primero, servir de traductor a
Mariano Rajoy en Bruselas. En segundo lugar, ser el amigo y compañero de profesión de otro diplomático: el eurodiputado
Francisco Millán, cuñado de Mariano Rajoy.
Tercer y más importante mérito: Nadie como Dastis sabe servir los güisquis en su correcta proporción de hielo y agua, un arte sólo al alcance de unos pocos. Y nadie como Méndez de Vigo para beberse los güisquis que prepara Dastis.
Por cierto, no olviden a la cuota catalana,
Dolors Montserrat. Nueva ministra de Sanidad, Bienestar social (en breve se creará la secretaría de Estado de Bienestar animal, ¿qué se juegan?) e
Igualdad.
Seguramente, la ministra más joven del Ejecutivo, que llegó a la política de la mano de
Federico Trillo, se mostrará muy sensible ante las reclamaciones del
lobby homosexual, tanto gay como lésbico.
Por cierto, muy curioso que
el Foro de la Familia se haya apresurado a felicitar a la nueva ministra. Para mí que en el Foro no se enteran de nada. Dolors es partidaria de los
300 tipos de familia y esas cosas. Una pepera supreprogresista.
Otro progre es el precitado
Juan Ignacio Zoido, nuevo ministro del Interior, aquél que cantaba las excelencias de los vientres de alquiler y la adopción gay.
Vamos con
Soraya Sáenz de Santamaría, que es la que más ríos de bits ha hecho correr. ¿Soraya asciende porque le dan Administraciones Públicas, que le quitan a Montoro. Pues mire usted, eso lo único que significa es que
Montoro se ha librado de discutir con alcaldes y contra 17 comunidades autónomas. Un horror.
La apariencia formal es que Soraya será una secretaria para todo, secretaria de Rajoy, quien de suyo es un poco vago. Vale, algo más que un poco. Soraya tendrá mucho trabajo y poco poder. Y encima le han quitado la rueda de prensa.
Le queda el CNI, sí, porque no se podía dar el conjunto de los servicios de información, los de interior y los espías, a
Cospedal. Sí, me refiero a que
Dolores de Cospedal, que seguirá controlando el partido, será ministra de Defensa pero apadrinará a Juan Ignacio Zoido,
más que amigo del influyente, y un poco inquietante,
López del Hierro.
Pero sí, Cospedal tendrá muchísimo poder. Y si es lista lo que primero hará será librarse del secretario de Estado de Defensa.
Y luego está la broma de
Álvaro Nadal, ministro de Energía, una broma buenísima de don Mariano: creo el Ministerio de Energía... pero se lo doy, no a quien lo pretendía,
Alberto Nadal, sino a su hermano gemelo, Álvaro. Yo es que me mondo.
Pero Mariano, príncipe, que lo que quería Álvaro era ser
presidente de Iberdrola. Eso sí, lo que nos vamos a divertir con el pulso de Álvaro Nadal, siempre dispuesto a sacar la navaja, como ministro de Energía y teniendo enfrente al líder del sector, el presidente de Iberdrola,
Ignacio S. Galán, quien jamás ha renunciado a un buena bronca. Yo eso no me lo pierdo.
¿Y la generación
Pablo Casado, la de la renovación y rejuvenecimiento del PP? Pues a esperar turno. ¿De verdad se creía alguien que a Mariano le importa algo la regeneración del PP? ¿En serio?
Conclusión:
un Gobierno sin principios -todo muy progre-, un Gobierno sin otra idea que la de gestionar el día a día, con mentalidad de Ceo, de técnico. Un Gobierno muy de Rajoy en el que sólo manda uno: Mariano.
¿Sos grande, Mariano!
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com