Nace la discriminación progre: véase, cuando lo que importa no es, por ejemplo, cómo desempeñas un trabajo, sino lo que eres -o, en este caso- lo que no eres. Y si no, que se lo pregunten al poeta, músico y traductor Víctor Obiols. “Me habían encargado la traducción al catalán de su famoso poema -de la escritora Amanda Gorman-, pero sin embargo...”, “como la holandesa -la escritora Marieke Lucas Rijneveld- , he sido víctima de la nueva Inquisición”. Y es que Obiols, conocido y reconocido por traducciones al catalán de Oscar Wilde, William Shakespeare o Stéphane Mallarmé, no podrá traducir a Amanda Gorman por no ser mujer ni negra. ¿Qué tendrá eso que ver cuando de lo que se trata es de traducir un libro?

Según El Mundo, Obiols menciona a Marieke Lucas Rijneveld, ganadora del International Booker Prize en 2020 y una de las grandes escritoras y autoras del momento, porque ella también tuvo que renunciar a un trabajo por ser una mujer blanca -en su caso, era mujer, pero no blanca-. Cuando le propusieron traducir a la poeta Amanda Gorman al holandés, no lo dudó y escribió en sus redes sociales que “en un momento de creciente polarización, Gorman muestra con su voz joven el poder de la palabra hablada. (...) Cuando me pidieron que la tradujera, todo lo que pude hacer fue decír que sí y apoyarla”. Pero no, finalmente se vio obligada a renunciar públicamente al trabajo por la presión de una campaña que rechazaba a Marieke como traductora por no ser negra como Gorman.