- El pasado 7 de mayo, el fabricante de trenes saltó al parqué a 9,25 euros/acción. Ahora, su precio está en torno a los 5 euros (-46%).
- Operación con la que la familia Oriol redujo su participación del 20,28% al 10,24%. Carlos Palacio Oriol (presidente) y José Mª Oriol Fabra (Ceo) recibieron el 0,852%.
- Éste último ha reforzado su posición en los últimos meses y ya controla el 1,035% del capital, ¿será el sucesor?
- Pero en el accionariado, también abundan los fondos, que ya controlan el 51,9% (que se sepa).
Hace unos meses, concretamente el 7 de mayo,
Talgo salió a bolsa. Un acontecimiento celebrado por todo lo alto, sin embargo, no ha sido tan bueno como se esperaba. La cara de la operación es para la
familia Oriol, que se embolsó 127 millones de euros, pero hay varias cruces: la compañía vale ahora casi la mitad y hay más fondos de inversión en su capital.
Recuerden que el fabricante de trenes saltó al parqué a un precio de 9,25 euros/acción, pero ahora su precio está en torno a los 5 euros, es decir, ha perdido un 46% de su valor. En concreto, el pasado lunes, las acciones cerraron a 4,93 euros tras caer un 1,14%, con lo que la pérdida de valor ascendía a un 47%. Este martes, su salud bursátil ha mejorado un poco: sus acciones cerraron con una subida del 4,2%, hasta los 5,14 euros, por lo que la pérdida de valor se ha suavizado hasta el 44%.
Con la salida a bolsa, la familia Oriol redujo su participación en Talgo del 20,28% al 10,24%. Sus nombres y el número de títulos que poseen no figuran en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), pues no están obligados al no superar ninguno de ellos el 3% del capital. Sólo hay dos excepciones, los miembros del consejo de administración: el presidente de Talgo,
Carlos Palacio Oriol, y el Ceo,
José María Oriol Fabra. Tras el debut bursátil ambos recibieron un extra equivalente al 0,852% respectivamente.
Sin embargo, el Ceo ha reforzado en los últimos meses su posición. En primer lugar adquirió un paquete de acciones, con el que pasó a controlar el 0,925% del capital, y después compró otro, elevando su participación al 1,035%. ¿Será José María Oriol Fabra el sucesor de Carlos Palacio? No se sabe, pero no hay dudas de que en Talgo, al igual que en otras muchas empresas familiares, existe el problema de de
la sucesión.
Tras la salida a bolsa, también conviene subrayar que en el accionariado del fabricante de trenes abundan los
fondos, que ya controlan el 51,9% (que se sepa). Entre ellos están: el 'holding' Pegaso Rail International -que controla Trilantic Capital Partners- (32%), el fondo de capital riesgo MCH Private Equity (9%), Crestbridge y Universities Superannuation Scheme -fondo de pensiones de los profesores universitarios de Reino Unido- (4,6%),
el fondo estadounidense Smallcap World Fund (SCWF) tiene un 3,3% y Capital Research and Management Company (3%).
Paralelamente, los analistas del Banco Sabadell ven como positiva para los fabricantes de trenes una noticia de la prensa, en la que se refiere que Renfe ultima el pliego para la compra de trenes de Alta Velocidad por 1.405 millones. Los analistas consideran que entre los españoles, Talgo sería el principal beneficiado, al tener cerca de un 50% de cuota de los trenes de Alta Velocidad en nuestro país. Recuerden que
Talgo y CAF, son dos velocidades distintas del ferrocarril 'made in Spain'.
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com