Sol Daurella, contra las cuerdas en Coca-Cola y en el clan familiar
- Preside la 'megaembotelladora' europea y está marcada tras entrar en Diplocat.
- En Fuenlabrada ya ha perdido 425 millones y podría verse obligada a producir allí.
- Las cifras van mal, incluso en bolsa, y el impuesto a los refrescos no será de ayuda.
- Por tanto, Daurella hace perder dinero a los 11 miembros de la tercera generación familiar.
- Hay tensión con los Daurella Aguilera. Carmen es la mujer de Mario Rotllán, consejero de la 'megaembotelladora'.
- Y es que los negocios (Cobega, Nespresso, Cacaolat, Copesco-Sefrisa) están separados, pero el patrimonio no.
Sol Daurella (en la imagen), la poderosa presidenta de la 'megambotelladora' europea de Coca-Cola está contra las cuerdas. Pero no sólo en lo relacionado con la famosa 'marca de la felicidad' sino también en su clan familiar. Y es que éste es numeroso, pues actualmente lleva el negocio la tercera generación, que consta de 11 miembros. El buque insignia de los Daurella es Coca-Cola. En 1943, Santiago Daurella, abuelo de Sol, fundó una fábrica de refrescos y gaseosas que despertó el interés de la marca de Atlanta para distribuirse en España. Así, en 1951, nació Cobega, el primer embotellador del famoso refresco en nuestro país. Santiago Daurella tuvo cuatro hijos (José -padre de Sol y de Eva-, Francisco, Mercedes y Victoria) y los varones fueron los que articularon a partir de 1953 la expansión nacional e internacional. Cobega se fusionó en 2013 con las otras seis empresas que embotellaban la 'marca de la felicidad' en España, dando lugar a Coca-Cola Iberian Partners (CCIP). Un año después no tuvo reparos en plantear un ERE con beneficios y cerrar cuatro plantas (entre ellas, Fuenlabrada), generando un largo conflicto laboral y judicial que aún colea. Y tras todo esto, se fusionó con la multinacional de Atlanta y la embotelladora alemana dando lugar a la 'megaembotelladora' europea. Tras este recorrido, volvemos a Sol Daurella, que actualmente preside Coca-Cola European Partners (CCEP). Además, recientemente ha quedado marcada al pasarse al independentismo catalán entrando en Diplocat, siguiendo quizá el consejo de su marido, Carles Vilarrubí, amigo personal de Artur Mas y 'vice' del Barça (otro miembro del Diplocat). Pero ese no es el único problema de Sol Daurella. En la planta de Fuenlabrada ya ha perdido 425 millones de euros. Y es que la fábrica madrileña ha pasado de ser un modelo para los jefazos de Atlanta a centro logístico fallido. Mientras Barcelona y Valencia han intentado suplir la falta de Fuenlabrada, pero esto podría no ser suficiente, viéndose obligados a volver a producir allí. Además, falta por conocer qué dice el Tribunal Supremo el próximo 18 de enero. A todo esto se une el hecho de que las cifras van mal, incluso en bolsa (las acciones están por debajo de los 35,5 euros del estreno). Tampoco el panorama anda bien para la multinacional de Atlanta: el beneficio se desplomó (-28%) y las ventas cayeron un 7% en el tercer trimestre. Y encima, el impuesto a los refrescos se va a implantar en España y en otros países, lo que no será de ayuda para aumentar el consumo. Cobega tiene el 55,6% de CCIP (ahora llamada Olive Holdco) y esté último posee el 34% de la 'megaembotelladora' europea. Por tanto, Daurella hace perder dinero a los 11 miembros de la tercera generación familiar. Recuerden que Santiago Daurella tuvo cuatro hijos: José dio lugar a la rama Daurella Comadrán (Sol y Eva); Francisco, a la Daurella Aguilera; Mercedes, a la Líbano Daurella y Victoria, a la Figueras-Dotti Daurella. Existe tensión sobre todo entre los Daurella Franco (dos miembros) y los Daurella Aguilera (tres). Entre estos últimos está Carmen, la mujer del independentista Mario Rotllán, consejero de la 'megaembotelladora' europea, vicepresidente de Olive Holdco, así como 'vice' y Ceo de Cobega. Además, de Daurella y Rotllán, en el consejo de CCEP, están: Alfonso Líbano Daurella y Francisco Ruiz de la Torre Esporrín. Y es que los negocios del clan familiar están separados, pero no el patrimonio. Junto a Cobega, tienen muchos más negocios. Eran dueños del 100% de la embotelladora de Islandia pero la vendieron a CCEP por 35 millones; tienen el 60% de Equatorial, embotelladora de Coca-Cola en 12 países de África; distribuyen Nespresso en España gracias a su alianza con Nestlé; el 50% de Cacaolat (la otra mitad es de Damm) y la empresa de bacalao y ahumados Copesco-Sefrisa. En relación a esta última, que comercializa la marca Royal, hay que destacar que sus orígenes son aún más antiguos que los de Cobega: la Casa José Daurella, dedicada a la salazón y el comercio de bacalao, que fundó el bisabuelo de Sol. José Daurella fue el primero que importó grandes cantidades de bacalao de países nórdicos y su compañía entró en los años 60 en el sector de los ahumados. Por tanto, el clan de los Daurella lleva cuatro generaciones en importantes negocios, aunque tres de ellas en Coca-Cola, su perita en dulce. Cristina Martín cristina@hispanidad.com