• En lo que va del año se han rescatado 47.200 personas, 200 menos que las que fueron atendidas en 2015 en el mismo periodo. El drama continúa.
  • Aunque la cifra no coincide 100% en las estadísticas presentadas por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), que ha detectado 46.700 de enero a mayo contra 47.400 el año anterior.
  • Más de 13.000 personas han sido rescatadas en el mar Mediterráneo en la última semana.
  • La ruta marítima desde Libia se ha convertido en la principal puerta de entrada a Europa desde el cierre de la ruta de los Balcanes.
  • Las condiciones en que realizan el viaje son infrahumanas. Hipotermias, asfixias por los humos del motor, etc.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial para las Migraciones (OIM), en lo que va del año han rescatado 47.200 personas inmigrantes, 200 menos que las que fueron atendidas en 2015 en el mismo periodo, aunque la cifra no coincide 100% en las estadísticas presentadas por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), que ha detectado 46.700 de enero a mayo contra 47.400 el año anterior. Más de 13.000 personas han sido rescatadas en el mar Mediterráneo en la última semana, un balance amargo, ya que decenas han muerto y centenares han desaparecido, informa AFP. Del mismo modo, si el total de muertos y desaparecidos en el área ahora excede de 1.700, la OIM registró 1.782 el año pasado durante el mismo período. La ruta marítima zarpando de Libia se ha convertido en la principal puerta de entrada a Europa desde el cierre de la ruta de los Balcanes, pero sólo porque se agotaron los flujos enormes de personas que llegaban de Turquía a las islas griegas. El flujo proveniente de Libia se han mantenido más o menos constante desde el año pasado y es completamente independiente del que atraviesa los Balcanes. La mayoría de los emigrantes que llegan a Italia provienen de África subsahariana. La mayoría de los migrantes emprenden la travesía a bordo de botes sobrecargados, con apenas suficiente combustible para llegar a las aguas territoriales y pedir ayuda en una zona donde, a diferencia del año pasado, los esperan buques de la marina de guerra y de la guardia costera italiana o barcos humanitarios. Todos ellos forman parte de varias operaciones navales de la Unión Europea: contra el contrabando, Sophia, y para el control de las fronteras europeas, Tritón, que dirige Frontex . Muchos parten de noche, bajo la amenaza de golpes y disparos de los contrabandistas, ya que muchos quieren renunciar cuando descubren el pésimo estado de las embarcaciones en que deberán realizar la travesía. Pese a que suelen ser rescatados tras un solo día de navegación, las condiciones físicas de algunos es pésima, por lo que se deshidratan, a menudo están en estado de hipotermia o se asfixian por los gases del motor. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com