- Forma parte del proceso de automatización progresiva en el sector del motor sin olvidar el factor humano: peligran miles de empleos.
- Los robots conviven a diario con los 7.000 empleados de la fábrica y se utilizan para trasportar 23.800 piezas.
- Cada robot realiza unos 2.800 viajes por jornada y porta cargas de hasta 1,5 toneladas de peso.
En la planta de
Seat en
Martorell conviven a diario sus 7.000 trabajadores con 125 vehículos movidos por
robot, utilizados para transportar 23.800 piezas por jornada. Es un dato que ilustra la connivencia de la filial española de
Volkswagen con la llamada
cuarta revolución industrial, la digital, como explicó recientemente en Madrid
Francisco Javier García Sanz, presidente del Consejo de Administración de Seat y vicepresidente mundial de Compras de VW. Fue en el mismo foro en el que explicó que el
coche eléctrico será una realidad, pero
depende de que sea rentable.
La apuesta de Seat permite a los trabajadores de las ventajas de los robots para las tareas más físicas y rutinarias, en el marco de una estrategia más amplia de digitalización para integración
softwares y
hardwares en los proceso de producción y logística.
Es unos de los retos que afronta la
industria del automóvil, sin olvidar, en paralelo, el
factor humano, ya que se trata de un sector que da empleo a miles de personas. Por ese motivo, la incorporación excesiva de esos procesos de
automatización tendría un impacto excesivamente negativo.
Seat publica este miércoles en su página web un
curioso reportaje gráfico que una idea de lo que supone un
día a día entre robots autónomos. El botón se activa a las cinco de la mañana en el almacén de motores en cada uno de los
125 robots (
en la imagen), que realiza unos
2.800 viajes diarios.
Esos robots, se explica ahí, trasladan
motores, cajas de cambio, amortiguadores o espejos y pueden llevar hasta 1.500 kg de peso, se detienen ante un semáforo en rojo al tiempo que avisan de su presencia con luces de escáneres láser.
Se trata, en fin, de una peculiar
Galaxia Robot bajo el control remoto de cinco empleados, que los vigilan por pantalla, para evitar sustos.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com