Al Santander le interesan dos cosas de BBVA: Telefónica y Bancomer. Por vez primera, Torres (BBVA) y Oliú (Sabadell) están hablando
Christine Lagarde, la mujer que ha colocado a la banca europea al borde de la quiebra (bueno, su antecesor, Mario Draghi ya empezó) anima a los bancos a fusionarse, con fusiones nacionales e internacionales. Para Lagarde, al igual que para los reguladores actuales, ayunos de ideas, la fusión no gana en eficiencia ni en rentabilidad (la rentabilidad de la banca mejorará cuando ella suba los tipos) por una fusión: simplemente reduce costes pero nada le asegura que mejore en ingresos.
A partir de ahí operan dos factores: uno el español que vicepreside el BCE, Luis de Guindos, y que apuesta por una fusión entre Santander y BBVA. Como apuesta por ella Pedro Sánchez, aunque el día a día del proyecto concentrador lo gestione Nadia Calviño.
BCE y Gobierno español quieren lo mismo que anhela Ana Botín (aunque insista en que las uvas está verdes): que el Santander se coma la BBVA.
Ni Guindos ni Calviño abandonan la idea del matrimonio Santander-BBVA: el Gobierno no le hace ascos para acabar con un banco, el BBVA, al que considera demasiado independiente… y demasiado del PP
Al Santander le interesan dos cosas de BBVA: Telefónica y Bancomer. A todo lo demás lo puede poner en venta para amortizar la operación y para ahorrarse costes… así como para evitar la concentración de oficinas en España.
Ahora bien, Carlos Torres está convencido de que el caso Villarejo no le tocará -él sabrá por qué pero yo no lo tengo tan claro- según me comunican sus próximos. Y así, para librarse del abrazo del Oso del Santander y para quitarse presión de Francfort y Madrid, estaría dispuesto a comerse todo lo comible, por ejemplo el Sabadell. Una fusión le quita presión. Por cierto, en ese caso, una fusión sin ningún sentido industrial.
Por vez primera, Torres y Oliú están hablando.
Ana Botín está dispuesta a trocear y vender el BBVA y su propia red para no incurrir en monopolio... y para financiar la operación BBVA
¿Bastará? No lo sé. Ni Guindos ni Calviño abandonan la idea del matrimonio Santander-BBVA.
Además, en Moncloa no hacen ascos a la idea para acabar con un banco, el BBVA, al que consideran demasiado independiente… y demasiado del PP.