'La mañana de La 1' y 'Las cosas claras', ambas apuestas del director de información y actualidad de RTVE, Enric Hernández, han centrado el grueso de la tensión durante la reciente reunión del consejo de informativos de TVE, la primera desde que se nombró al nuevo consejo de administración de la corporación que cesó a Rosa María Mateo como administradora única y nombró presidente a José Manuel Pérez Tornero. Según ABC, el consejo percibe que los problemas surgidos en torno a estos dos espacios que Radio Televisión Española (RTVE) coproduce, con empresas externas, pone en jaque la “credibilidad” de la corporación y de toda su plantilla fija.

El consejo de informativos ha dejado en actas su malestar por “la creciente espectacularización de la información” en Las cosas claras -con recreaciones 'caseras' de las fiestas ilegales de Madrid o rótulos erróneos- y se ha ratificado en que, contrario a lo que ha dicho Mateo, este es un “programa indudablemente informativo”. La dirección ha sostenido hasta ahora que el espacio conducido por Cintora es “infoentretenimiento” y que, como tal, no está sujeto a las obligaciones establecidas para los programas informativos en el mandato marco de RTVE.

Según Vozpopuli, la audiencia de La 1 se encuentra en mínimos históricos y sus informativos no ayudan a impulsar la cuota de pantalla. De hecho, su distancia con las televisiones privadas ha aumentado considerablemente durante el último año. En marzo de 2020, el TD-1 estaba a 690.000 espectadores del líder de la franja (Antena 3), mientras que el TD-2, a 300.000 de Telecinco, que ostentaba la primera posición.

Actualmente, Antena 3 aventaja a La 1 en 1,2 millones de espectadores a mediodía y en 1,8 por la noche. A todo esto, hay que sumar que las mañanas de RNE –su prime time informativo- perdieron 188.000 oyentes durante 2020.

Precisamente, la baja audiencia de RTVE se la ha recordado a Mónica López, presentadora de 'La mañana de La 1' , Toni Cantó, el reciente fichaje de Isabel Díaz Ayuso para las elecciones del 4-M.

El actor y político ha aludido a "los peores datos de audiencia de nuestra historia" para acusarla en repetidas ocasiones de "manipular" y con ello "echar a parte de su audiencia".

Por su parte, la presentadora ha respondido tajante: "En esta casa se se trabaja con libertad", recordando que "la neutralidad se consigue con la pluralidad".