Hace exactamente un año que comenzaba mi artículo sobre las cuentas del primer trimestre del ejercicio presentadas por la entidad presidida por la señora Ana Botín, y lo hacia con el estupor de los más de 1.646 millones de euros (M€) de las provisiones para las consecuencias de los deterioros que ya entonces se preveían de los activos de la entidad como consecuencia del posible impacto del Covid. Este miércoles, 365 días después, humildemente me atrevería a afirmar que la pandemia ha sido el desencadenante de que por fin saliese a la luz la extrema debilidad del modelo del sistema financiero español, ante el que los diferentes gobiernos han ido haciendo el “don Tancredo”, casi siempre por omisión de sus obligaciones, y de un regulador desbordado.

Pues si les parece, después de esta introducción vamos a ver los números de la entidad y que ya les adelanto que los 1.608M€ de beneficio obtenidos frente a los 331M€ del primer trimestre de 2020 (+1.277M€), continua sin ser un buen resultado. Y no lo es porque este primer trimestre de 2021 contempla 1.917M€ menos de dotaciones para insolvencias que en el pasado ejercicio, que recogía el primer cálculo del posible impacto de la pandemia. También contempla 459M€ menos de gastos de administración y amortizaciones ya que ha rebajado en 211M€ los costes de personal con las primeras reducciones de plantilla (a cuenta de los 5.000 previstos y que posiblemente queden en 3.600 por algunas recolocaciones anunciadas), más otros 200M€ en otros gastos y 46M€ en amortizaciones.

Si bien es cierto que en la partida de neto de plusvalías y saneamientos ha registrado ya una partida de 530M€ (46M€ en el pasado ejercicio) como provisiones para costes de reestructuración principalmente en Reino Unido y Portugal, el margen neto del trimestre ha sido de 11.390M€, 424M€ inferior al de 2019 (-3,6%), claramente condicionado de forma negativa por los tipos de cambio que, a pesar de la fuerte bajada de los costes de los depósitos (-022% en Europa, 1,16% en EEUU y hasta un 1,76% en Sudamérica), han dado como resultado un margen de intereses de 7.956M€, 531M€ inferior al registrado en el pasado ejercicio (-6,3%).

Tampoco ha sido un buen trimestre para la partida de comisiones netas, ya que los 2.548M€ registrados han supuesto 305M€ menos que el pasado ejercicio (-10,7%) motivado por un impacto regulatorio en Reino Unido, los tipos de cambio y el impacto del Covid en las transacciones de tarjetas.

Los resultados por operaciones financieras, 651M€, han supuesto 359M€ más que en el mismo periodo de 2020 y representan ya un 6% del total de los ingresos. Las ventas de carteras ALCO y los ingresos por dividendos suspendidos por la situación Covid han sido las principales aportaciones.

En los próximos meses habrá que estar muy atentos a la evolución económica de los principales centros de negocio de la entidad, en especial EEUU, que supone el 23,11% del resultado del grupo, Brasil que lo es en un 21,08% y Reino Unido que lo es en un 11,03%

Por lo que se refiere a datos de balance, el crédito a la clientela ha crecido un 1,7% debido al crecimiento del 8,6% de la cartera comercial, mientras que en sentido contrario los deudores por tarjetas de crédito han descendido un 10,2%. La gestión del riesgo presenta unos datos de 32.473M€ de saldos deteriorados que representa un 0,8% menos que en 2020, con una cobertura del 74%, tres puntos superior a la del pasado ejercicio y el ratio de morosidad baja un 0,05% situándose en un 3,25%.

Los recursos de la clientela crecen un 9,1% y, por curiosidad, se observa un importante traspaso de los depósitos a plazo a fondos de inversión gestionados, dada la baja remuneración de los primeros.

El ratio de solvencia CET1 Phased-in se sitúa a fin de trimestre en el 12,30%, 11,58% en el primer trimestre de 2020, pero al cierre de 2020 estaba en un 12,34%.

A la vista de las previsiones de nuestras entidades de crédito empezaremos a estar muy pendientes de las variaciones de plantillas. En el caso del Santander al cierre del trimestre era de 190.175 empleados, 4.773 menos que el año anterior, y 1.715 oficinas menos.

En los próximos meses habrá que estar muy atentos a la evolución económica de los principales centros de negocio de la entidad, en especial EEUU, que supone el 23,11% del resultado del grupo, Brasil que lo es en un 21,08% y Reino Unido que lo es en un 11,03%. De estas tres economías externas a la UE va a depender que el Santander pierda fuelle después del ajuste que ha realizado a la sombra de la situación Covid. Por lo que se refiere a España, va a depender como siempre de la incidencia de los fondos de reconstrucción de la UE, si es que llegan en algún momento.

Por lo que se refiere a dividendos, parece que la entidad reservará el 40% del resultado a remuneraciones al accionista.