• Tras la OPA sobre Tecnocom y el aumento de capital, la SEPI ya no tiene el 20,14% sino el 18,75%.
  • Gana 21 millones ( 77%) y los ingresos alcanzan los 638 millones ( 2%), destacando las áreas de Seguridad y Defensa ( 11%).
  • Y paradójicamente, el nuevo plan estratégico de Abril-Martorell es volver a Defensa… aprovechando los mayores presupuestos militares.
  • El Ebitda crece un 10%, situándose en 48 millones, un margen bajo respecto al volumen de actividad.
  • Mientras, la deuda neta asciende a 532 millones, aunque el ratio sobre Ebitda no es elevado: 2,3 veces.
Las noticias corporativas de Indra en los últimos meses es lo más relevante que podemos encontrar de la entidad. Su Juego de Tronos con la OPA sobre Tecnocom, aceptada por el 97,21% de los accionistas a los que se dirigió la oferta, ha sido un éxito y ha permitido la ejecución del acuerdo, inscribiéndose el 25 de abril en el Registro Mercantil el aumento de capital necesario para atender el pago de la parte en acciones de la contraprestación de la Oferta, un total de 12.173.056 nuevas acciones a un valor nominal de 0,20 euros el título. La contraprestación final ha sido de 2,55 euros en efectivo y 0,1727 títulos de Indra por cada acción de Tecnocom. Consecuencia de lo anterior, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ha reducido su participación en Indra desde el 20,14% hasta el 18,75%, controlando aún un total de 33,06 millones de sus acciones. Noticias todas ellas conocidas, pero las incorporamos para llenar espacio, porque expectativas de grandes resultados de Indra no teníamos, ni tenemos con la evidencia de los datos definitivos publicados este jueves. Los ingresos del primer trimestre de 2017 alcanzan los 638 millones de euros, con un crecimiento del 2% en términos reportados, un -1% en moneda local, con una aportación positiva del tipo de cambio del 14%. Por actividades destaca la evolución de las áreas de Seguridad y Defensa ( 11% en moneda local) y de servicios financieros ( 9% igualmente en moneda local). Parece que tal y como se ha anticipado previamente, Indra tiene como objetivo volver a Defensa como parte de su plan estratégico a la zaga de posibles aumentos presupuestarios en los PGE, de momento exiguos. Si hacen caso al presidente estadounidense, Donald Trump, es posible que en poco tiempo la tajada de Defensa resulte muy rentable para la compañía que preside Fernando Abril-Martorell, sobre todo si elevamos del 0,9% del PIB al 2% como pide a sus socios de la OTAN. Por suerte destaca la evolución del Ebitda, que crece un 10% con respecto al ejercicio anterior, alcanzando los 48 millones, un margen bajo respecto al volumen de actividad. En concreto el margen Ebitda se sitúa en el 7,5% frente al 6,9% del ejercicio anterior en el mismo periodo y el margen EBIT alcanza el 5,2% (4,6% el año anterior). No obstante, la contratación ha caído un 7%, por la pérdida en 2016 del contrato BPO con Vodafone y la estacionalidad del negocio de las elecciones, un negocio muy fructífero si hay que revotar durante el año. Su efecto final en el resultado neto es un incremento del beneficio del grupo en un 77% alcanzando los 21 millones. ¿Y la cartera de pedidos? Estancada. El dato de 3.380 millones resulta muy próximo a los 3.362 millones del mismo periodo del ejercicio anterior. Sin cambios ni estridencias. La generación de caja en el trimestre ha quedado fijada en el -5 millones, comportamiento que debe tener en cuenta el elevado volumen de cobros que estaban estimados para los primeros meses del año y que se adelantaron al cierre del ejercicio 2016 por valor de 80 millones. De manera más concreta el flujo de caja libre operativo antes de variaciones del circulante alcanza los 48 millones. En este sentido, la variación del circulante ha sido negativa (-11 millones). Las cifras anteriores conllevan a un aumento de la deuda neta, hasta un total de 532 millones, 9 más que en el mismo periodo del ejercicio anterior. Ello conduce a un ratio de deuda neta sobre Ebitda de 2,3x, en cifras casi similares al cierre de diciembre. Y el coste medio la deuda, algo más bajo. En definitiva, resultados algo insulsos, poco brillantes y sin jovialidad, aunque tampoco están tan mal. Rodrigo de Silos rodrigode@hispanidad.com